domingo, 15 de agosto de 2010

LA MUJER Y LA EDUCACIÓN

LA MUJER Y LA EDUCACIÓN


Navojoa, Sonora a 8 de marzo del 2010

Por: Profr. Gerardo Castro Ruiz.

Por el día Internacional de la Mujer.

Injusta y tristemente, en la historia, la condición de mujer ha sido muy sufrida. En la mayoría de las culturas y durante muchos siglos, las mujeres fueron sometidas al patriarcado, donde al hombre se le daba el poder absoluto sobre la mujer y los derechos humanos mas fundamentales le eran negados. Sus opresores fueron la Iglesia, el Gobierno, los filósofos o pensadores y el género masculino. Estos sectores veían a las mujeres como seres malvados o depravados, inferiores, sin capacidad intelectual para recibir educación y como objetos del hogar.

“Los hombres son superiores a las mujeres porque Alá les otorgó la primacía sobre ellas. Por tanto, dio a los varones el doble de lo que dio a las mujeres. Los maridos que sufrieran desobediencia de sus mujeres pueden castigarlas, abandonarlas en sus lechos, e incluso golpearlas. No se legó al hombre mayor calamidad que la mujer” (El Corán, libro sagrado de los musulmanes, siglo VI). Sin duda, estos posicionamientos tienen como herencia los lesivos fenómenos sociales del machismo y la violencia contra la mujer hasta nuestros días.

La anterior es solo una evidencia de las muchas que existen. Afortunadamente, el Movimiento Feminista, que tiene como objetivo la equidad de género y el cual se afirma que dio señales a finales del siglo XVIII con la publicación de algunas obras que señalaban la marcada diferencia del trato y consideraciones entre el hombre y la mujer, no es hasta el año 1848, que se ve como un movimiento organizado con la primera convención por los derechos de la mujer, realizada en Nueva York, que derivó en la publicación de la “Declaración de Séneca Falls” (Declaración de sentimientos), que por cierto, la opinión pública la calificó “contra-natura”. En esta denunciaban las prohibiciones políticas de la mujer: No se les permitía votar, presentarse a elecciones, ocupar cargos públicos, ni afiliarse ni participar en organizaciones y reuniones políticas.

Este Movimiento Pro-mujer, que logró su reconocimiento mundial, al establecerse 1975 como el “Año Internacional de la Mujer” y el día 8 de marzo como el “Día Internacional de la Mujer”, ha venido creciendo por sus razones de peso social y político. A lo largo de sus tres grandes etapas conocidas, el Feminismo Ilustrado (Antes de 1848), el Feminismo Liberal Sufragista (1848) y el Feminismo Contemporáneo (1968), la lucha de la mujer se ha centrado en la equidad de género, en el acceso a todos los niveles educativos y profesionales, a los que se le agregaron mas tarde los políticos. El eje de ese movimiento, por sobradas razones, ha sido la educación.

La inclusión de la mujer a la instrucción pública, tiene una ardua historia relacionada con el pensamiento universal que se tenía sobre ella. En un principio no se veía la razón por la cual debiera acceder a la educación, pues se coincidía en que su razón de ser era dedicarse exclusivamente al hogar, ser esposa y madre. Y para ello no era necesario contar ni con conocimientos básicos.

En medio del pensamiento universal, las primeras expresiones que reconocían la desigualdad entre el hombre y la mujer, fueron expuestas por hombres valientes, que se atrevieron a romper con el concepto que se tenía de la mujer. Platón (428-347 a. c.), Hobbes (1588-1679) entre otros. Durante muchos siglos o años después, dependiendo de la época en que nos ubiquemos, no pasó nada trascendente, la condición de la mujer no tuvo cambio, continuaba con sus labores domésticas. Fue hasta el Siglo XIX, que se vieron las primeras señales de incluir a la mujer en la educación, cuando la propia Iglesia, vio en la mujer, el medio para educar a sus hijos con sentimientos cristianos y así tener mejores generaciones. Para ello, era necesario que recibieran la formación adecuada para ser mejores mujeres, mejores esposas y mejores madres.

Pero también coincidían con la Iglesia, hombres liberales e ilustrados como Rousseau, quien dijo: "dar placer a los hombres, serles útiles, hacerse amar y honrar por ellos, criarlos de jóvenes, cuidarlos de mayores, aconsejarlos, consolarlos, hacerles agradable y dulce la vida, esos son los deberes de las mujeres en todos los tiempos, y lo que se les ha de enseñar desde la infancia". O sea, inicia la idea de enseñarles desde niñas a leer, escribir y las labores propias de su sexo. Aunque más tarde se agregarían algunas otras materias, los hombres seguían recibiendo una educación mas completa separados de las mujeres. Bajo este esquema, su educación no cambiaría en nada su condición social por el momento.

En medio de la polémica mundial de que si la mujer era capaz de recibir educación superior, hacia la segunda mitad del siglo XIX, en algunos países ya hay algunas mujeres que han ingresado con permisos especiales, y egresado de bachilleres y universidades. A finales de este siglo, se reconoce la capacidad de la mujer de trabajar como maestra.

Ya en el siglo XX, se dio el fenómeno de ingreso femenino masivo a las universidades y el acceso del trabajo remunerado. El siguiente texto que citó Gustave Cohen, profesor de la Facultad de Letras de París, lo describe objetivamente, pero además manifiesta una cierta preocupación por una posible superioridad intelectual de la mujer: "Si me preguntaran cuál es la mayor revolución a la que hemos asistido desde la guerra, respondería que es la invasión de la Universidad por las mujeres, quienes, rarísimas en el ámbito en mi juventud, hace treinta años, fueron primero un tercio, luego la mitad y finalmente dos tercios, de tal suerte que uno se pregunta con inquietud si después de haber sido nuestras amantes no irán a convertirse en nuestros amos”. Sin duda, algunos dirán que esto, en la actualidad es una realidad.

En México, a finales de la época del Porfiriato y hasta 1940, aunque en menor escala, el interés femenino por la preparación profesional era visible. En ese periodo, no fueron muchas las mujeres que se atrevieron a modificar las ideas que se tenían de ellas, pero ya era clara la motivación y la decisión del sector femenino por prepararse y acceder al sector laboral y poco a poco el número fue creciendo.

De acuerdo a los anuarios estadísticos de la UNAM, asistió a la universidad una mujer por cada cuatro hombres durante 1940, en 1950 y 1960 de cada cinco hombres estudiantes una era mujer.

En las décadas de los 70 y 80, el porcentaje de mujeres en el nivel superior subió a 34.38%., en los 90 subió a 46% y en educación básica se sostenía el 50 y 50 % para niños y niñas. Los datos del INEGI nos dicen que para el 2005, la presencia de las mujeres en educación superior era del 49.93%.

Si nos basamos en estos datos, podría decirse que la demanda de equidad de género en educación, está saldada, sin embargo, los datos estadísticos aquí proporcionados, solo nos hablan de quienes han tenido el privilegio de recibir educación, pero no nos dicen cuántos no la reciben, cuáles sectores y porqué no la reciben y qué porcentaje de mujeres reciben educación superior del total.



Según datos del INEGI, en el 2005 éramos 103 millones 263 mil 388 habitantes, de los cuales, 53 millones 013 mil 433 son mujeres, de estas, 39 millones 283 mil 622 tienen desde 12 años a más, de esta cifra, 3 millones 480 mil 754 mujeres tienen cero escolaridad, 13 millones 286 mil 583 mujeres terminaron la primaria, 7 millones 518 mil 066 terminaron la secundaria. De la población mayor de 18 años, 32 millones 897 mil 334 son mujeres, 27 millones 838 mil 930 no cuentan con educación superior y solo 408 mil 898 cursaron una carrera profesional. En porcentajes, solo el 1.38% de los hombres y el 1.24 % de las mujeres cuenta con una profesión.

Esos son datos interesantes para poder tener una visión mas clara en este asunto. Por lo pronto mi conclusión sería que, ciertamente se han hecho los esfuerzos por cumplir con el reclamo femenino de la igualdad educativa, pero habrá que atender los factores socioculturales, psicológicos, económicos, de transporte, de infraestructura, etc. que siguen marginando a la mujer de la educación.

Va de manera muy especial mi felicitación a todas las mujeres, por su lucha ejemplar, por sus logros, por la transformación del concepto de mujer, por su participación fundamental en nuestra sociedad, por sus ejemplos, por su capacidad, por su inteligencia… Por ser el día Internacional de la Mujer. “Dije que a todas, y cuando digo que a todas, es que es a todas” Profr. José Guadalupe Montaño Villalobos.

Mis comentarios estarán todos los lunes a partir de las 8 de la mañana en la Radio de Navojoa “La Única” 1100 AM

Y se estarán publicando en la página www.snteceapson.com. del Comité Estatal de Acción Política del SNTE.

2 comentarios:

  1. Qué manera tan bonita de desglosar toda una trayectoria de vida y el avance fémino hasta tratar de llegar a la equidad de género.

    Provengo de una familia de mujeres profesionales. Mi abuela fue dentista y ello ya me dice mucho. Sin embargo y sin tratar de hacer mucho alarde, soy de quienes cree que hace más quien quiere que quien puede... y aquí sí, generalizo el género.

    Se me vienen a la mente ahora, las palabras base de Sandra Mihanovich: 'Hay que ser Profesional con lo más grande que uno tiene'

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  2. MUY ILUSTRATIVO SU ARTICULO MAESTRO!COMO SIEMPRE MUY ACERTADO EN SUS ESCRITOS!LA MUJER ES Y SEGUIRA SIENDO EL EJE SOBRE EL CUAL GIRA LA VIDA DE NUESTRA ESPECIE,POR LO TANTO ES NECESARIO DARLE LA IMPORTANCIA QUE SE HA GANADO A TRAVES DE TODOS LOS TIEMPOS,DESDE EL ORIGEN DE LA VIDA MISMA!

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