domingo, 15 de agosto de 2010

¿QUÉ CELEBRAMOS EN EL 2010?

¿QUÉ CELEBRAMOS EN EL 2010?




Navojoa, Sonora a 25 de enero del 2010



Profr. Gerardo Castro Ruiz



Una interrogante que exige una buena explicación.



“Que alguien me expliiiiiiique”

Eugenio Derbez.

El año 2010, fue declarado como el Año del Bicentenario del inicio del Movimiento de Independencia Nacional y del Centenario del inicio de la Revolución Mexicana, en base a un decreto expedido por el entonces Presidente de la República Vicente Fox Quezada el 8 de junio del 2006 y publicado en el Diario Oficial de la Federación el 16 de junio del mismo año.

Para llevar a cabo estos festejos se creó una Comisión Organizadora, que en su inicio tuvo como Presidente al creador y líder moral del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien en breve renunció al cargo, según expuso, por motivos de inconformidades del interior de su partido así como de otras al exterior. Después de él se han dado varios nombramientos pero al igual que él, su estancia en esa responsabilidad honorífica ha sido por corto tiempo.

A pesar de estos tumbos la organización y la coordinación de los festejos sigue adelante.

Sin embargo, hay una interrogante que exige una explicación y por ende invita a la reflexión. ¿Qué celebramos en el 2010?

Como en los aniversarios personales, cuando cumplimos años de vida, habríamos que preguntarnos ¿Qué celebramos? ¿Celebramos, el día en que nacimos, que estamos mas viejos, que alcanzamos la madurez y que contamos con mayor experiencia, que iniciamos una nueva etapa de nuestra vida con nuevos proyectos, los éxitos o los fracasos que hemos tenido?

Así como estas fechas, tan especiales para nosotros en lo personal, nos brindan la oportunidad de detenernos por unos instantes a revisar nuestro andar por la vida, también en el marco de la celebración de estas dos fechas tan importantes en la historia de México tenemos que preguntarnos: ¿Qué estamos celebrando?



Yo los invito a que hagamos reflexiones caseras, familiares y de amigos. Esas reflexiones que no requieren de ser un intelectual para opinar y hacer conclusiones. De esas que están al alcance de todos, de las que el solo hecho de ser mexicano es suficiente para participar en torno al tema y de las que, sin ser historiadores, con la mínima lectura podemos abundar e ilustrar nuestros comentarios.

Existen voces y no son pocas, que se hacen la interrogante ¿Qué estamos celebrando de la Independencia y de la Revolución? Y se responden a la vez con otra serie de cuestionamientos:

¿Celebramos que no tenemos empleo, que el salario mínimo no cumple con lo que mandata la Constitución Mexicana que debe ser suficiente para el sostenimiento integral de una familia, que el sistema de seguridad social no da certidumbre a los mexicanos, que el servicio médico es deficiente e insuficiente para unos y muchos otros ni siquiera cuentan con él, la falta de vivienda, que no tenemos el suministro suficiente de agua potable, que vivimos una de las peores crisis económicas, que la pobreza extrema se ha incrementado en los últimos años, los monopolios, la tala indiscriminada de los bosques, la contaminación del aire, ríos y lagunas, el crecimiento de la violencia intrafamiliar, la batalla que poco a poco fue ganando el narcotráfico, la inseguridad que se vive ya no se diga en las calles sino hasta en el interior de los domicilios, la corrupción, la impunidad, el sistema político, la democracia, la pérdida de credibilidad en los tres poderes, el ejecutivo, el legislativo y judicial, en las instituciones, en los sindicatos, en los políticos y tristemente hasta en los sacerdotes?.



Todas estas interrogantes y muchas más se antojan interesantes, son críticas válidas que nos dan una idea del México de hoy, pero si nos quedamos solo con esta parte, no seremos justos en nuestra conclusión.



Pero tampoco, los esfuerzos para celebrar el Bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución Mexicana deben concentrarse en maquillar la realidad, para pintar un México que no existe, debe hacerse una evaluación muy objetiva, cuyo resultado nos pinte claramente las diferencias o las similitudes del México del siglo XIX y el del siglo XX con el de hoy. Cuál fue el progreso, cual su estancamiento y cual su retroceso. El pasado nos ayuda a explicar el presente, el presente nos dice como construir el futuro.

En este mes de enero, en el marco de estas celebraciones, el Presidente Felipe Calderón presentó el programa Discutamos México y convocó atinadamente a la ciudadanía a discutir sobre el pasado, presente y futuro de México con una visión crítica y constructiva.

Durante su presentación expresó:

“El país ha dejado atrás el autoritarismo, la opresión y la censura, “y hemos pasado a ser una Nación democrática, donde las libertades se ejercen sin cortapisas”.

“Existe libertad de opinar, de criticar, de disentir. Libertad de organizarse para luchar por las ideas y en favor o en contra de los gobernantes. Tenemos un sistema de pesos y contrapesos que equilibra el ejercicio del poder público, y que es el antídoto más eficaz para las decisiones arbitrarias que a lo largo de la historia tanto daño le han hecho al país”

Esta es la opinión del Presidente de la República, pero nosotros en lo personal, ¿Tú estás de acuerdo con su conclusión, o en algunos puntos sí y en otros no, o estás en desacuerdo total?

Bajo la premisa que antes mencioné, de que el pasado nos ayuda a explicar el presente y el presente nos dice como construir el futuro, me parece correcto que hagamos un análisis integral de la evolución política, social y económica del país, pensando que en esos tres aspectos se puedan resumir los hechos históricos del país, ya sean positivos o negativos para la sociedad mexicana.

Pero bueno, el análisis a profundidad dejémoselos a los conocedores, pensadores, historiadores e intelectuales. Mientras tanto, nosotros podremos hacer un modesto ensayo histórico.

La invitación es para que nos asomemos al México de 200 y 100 años atrás y veamos el actual, que hagamos un comparativo del estado que guardaban los siguientes aspectos desde el inicio de la Independencia y la Revolución Mexicana hasta nuestros días:

Cómo era la educación, quiénes tenían acceso a ella, cuántas escuelas y de qué nivel, el nivel educativo nacional, el analfabetismo, etc. y lo mismo hagamos sobre el resto de temas como las calles, caminos, carreteras, vías, transporte, el sistema electoral, tipo de gobierno, salarios, empleos, hospitales, seguridad social, corrupción, violencia, territorio soberanía,



Leamos, escuchemos y conversemos sobre estos temas y tendremos una conclusión objetiva. Entonces la interrogante ¿Qué celebramos de la Independencia y de la Revolución? Estará contestada.



Mis comentarios estarán en la Radio “La Únika” 1100 de Navojoa Sonora, todos los lunes a partir de las 8 de la mañana.

3 comentarios:

  1. MmmMMm... hubiera sido bueno tener aún los comments que alguna vez te envié pero como el hubiera no existe, tendré que sólo imaginar la diferencia

    Soy de quienes piensa y cree que un mismo escrito puede obtener muy diferentes perspectivas en un mismo lector, dependiendo del énfasis y el momento en el que se lee; influyendo a la par, el interés, la atención y las vivencias más significativas

    Quizá sean sucesos inexplicables o quizá para cada uno de nosotros contengan explicaciones y razones muy diferentes, dependiendo de cómo nos haya tocado el baile ツ

    No quiero parecer pesimista, aunque generalmente es la impresión que aporto; por lo que trataré en la medida de lo posible, ser linda (ajá)

    Yo celebro cada día... ¡un día más!

    Y para mí eso ya es exceso, en serio que sí

    No celebro ni la independencia ni la revolución, porque no lo viví y porque hay tantas versiones, que no se por cuál inclinarme. Aunque a veces suelo trenzarme el pelo, comprarme algún tequila y gritar como loca depravada '¡VIVA MÉXICO!' en la cocina de mi casa. O bueeee, de mi ex casa, porque la cocina donde hoy vivo ni a mesa llega, jajaaa ツ

    A cualquier tipo de libertad que no sea la de la mente, le considero una total utopía y sí, pensarás lo correcto: 'la mula no era arisca, la hicieron'

    Pero bueeee, mi libertad mental la disfruto no sólo a mil sino a lo que se deje. No es una queja, es sólo una realidad a la cual ya estoy más que habituada y a veces hasta simpática me parece

    Obviamente, mi desacuerdo con las nobles palabras del Sr. Presidente es muy palpable

    MmmMm... veo al pie de tu escrito, la frase:

    "Mis comentarios estarán en la Radio “La Únika” 1100 de Navojoa Sonora, todos los lunes a partir de las 8 de la mañana"

    Y es una verdadera lástima ya no poder escucharte por tal medio. Eras mi motor del inicio de cada una de mis semanas. Inicié y dejé la radio con tu programa. Fascinante, siempre fascinante ツ

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  2. Felicidades mil y dos mil y todas cuantas sean necesarias por tu blog

    Traje toooodo un rollo kilométrico desde que llegó el correo, entré y empecé a leer pero se lo llevó el viento. Ya veré la manera de poder editar

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  3. Jujuuuuu ツ

    Empezando y regándola (pa' variar)

    ¡Qué pena!

    Creí que no se había editado el primer comentario

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