martes, 17 de julio de 2012

Nueva Alianza en los futuros consensos del Congreso de la Unión


Hermosillo Sonora a 17 de julio del 2012.

Por: Prof. Gerardo Castro Ruiz.
Secretario de Proyecciones Salariales.
Del Comité Ejecutivo de la Secc. 28 del SNTE.

Una vez que concluyó la etapa de cómputo de las elecciones del pasado 1° de julio, el IFE informó que el abanderado del PRI, Enrique Peña Nieto obtuvo mayoría de votos; quedando el representante de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador en segundo lugar; Josefina Vázquez Mota, representante del PAN, en tercero y quien representó a Nueva Alianza, Gabriel Quadri de la Torre, en cuarto.

La elección Presidencial está impugnada por los partidos de izquierda y por quien fue su candidato, pero eso seguirá su curso legal en los tribunales, así como las impugnaciones que tengan lugar en las elecciones de Diputados Federales y Senadores. Mientras tanto el IFE dio a conocer cómo quedaría conformado preliminarmente el Congreso de la Unión de acuerdo a la conclusión del conteo (http://www2.ife.org.mx/docs/IFE-v2/CNCS/CNCS-IFE-Responde/2012/Julio/Le010712/Le010712.pdf)

La Cámara de Diputados estaría integrada por 207 diputados federales del PRI, 114 del PAN, 101 del PRD, 33 del Partido Verde, 19 del PT, 16 del Movimiento Ciudadano y 10 de Nueva Alianza. Todos hacen un total de 500.

El Senado de la República estaría conformado por 128 Senadores, de los cuales, 52 serían del PRI, 38 del PAN, 22 del PRD, 9 del Verde Ecologista, 4 del PT, 2 del Movimiento Ciudadano y 1 de Nueva Alianza.

Sin duda, esta elección representó una de las pruebas más fuertes del Partido Nueva Alianza, pues el reto consistió en vencer a los detractores de la educación pública que se encuentran entre la clase política y empresarial. Ellos hicieron todo lo que les fue posible, antes y durante el proceso electoral para sembrar en los ciudadanos el rechazo a Nueva Alianza para que este partido no alcanzara el 2% de la votación nacional y perdiera su registro. A eso se debió el artero ataque al candidato Neo-aliancista y a la dirigencia del SNTE durante todo ese tiempo.

Debilitar al Sistema Educativo y al gremio magisterial es su primer paso. Y este proceso electoral les dio una oportunidad de oro, la cual aprovecharon muy bien, aunque finalmente no tuvieron los resultados que esperaban.

Otro factor que se sigue enfrentando y que en esta ocasión no fue la excepción, es la resistencia de la mayoría del gremio a participar con este partido nacido de las propias filas del SNTE, debido a que por un lado somos un gremio plural y hay quienes ya tienen definiciones políticas distintas, pero por otro lado, muchos de quienes no se encuentran entre dichas definiciones y votan diferenciadamente, manifiestan que los únicos beneficiados del poder político alcanzado, son los dirigentes de los Comités Ejecutivos Seccionales y del Comité Ejecutivo Nacional, siendo la Maestra Elba Esther Gordillo, Presidenta del SNTE, la más señalada (Lo digo sin rubores y sin temores, esto no debe ser un tabú para ningún miembro de este Sindicato, pues la autocrítica es un paso fundamental para seguir creciendo y fortaleciéndonos como gremio).

Eso quiere decir que los señalamientos del exterior hacen eco al interior del SNTE, y no solamente sobre el ala magisterial izquierda, sino en la mayoría de los trabajadores de la educación, cosa que obliga a un análisis serio y a tomar decisiones saludables.

Según las encuestas que realicé previamente y durante el proceso electoral a los trabajadores de la educación sonorenses, alrededor del 20% de ellos apoyaría a algún candidato de Nueva Alianza, pero no dieron su voto a la fórmula federal completa. Su voto fue diferenciado.

Sin embargo es importante subrayar, que pese a los ataques externos y las diversas posturas de los miembros del SNTE, esta vez se registró mayor participación, y eso se debe sin duda a que el trabajo de concientización entre los trabajadores de la educación, sobre este proyecto político, poco a poco va permeando.

Los números hablan de que se logró el reto de conservar el registro y crecer en posicionamiento político.

En el 2006 Roberto Campa Cifrián, primer candidato de Nueva Alianza por la Presidencia de la República, solamente tuvo 401 mil, 804 votos que correspondió al 0.9% del total de aquella votación, mientras que Gabriel Quadri obtuvo en esta ocasión 1 millón, 150 mil, 662, que representa el 2.29%, suficiente para conservar el registro.

Sin embargo, esa expectativa fue mayormente superada con el resultado de las elecciones para senadores y diputados federales.

Los candidatos a Senador en el 2006 obtuvieron 1 millón, 677 mil, 033 (4.05%) lo que le significó obtener una senaduría plurinominal, a la cual se sumó la del profesor Fermín Trujillo al relevar en septiembre del 2009 al Vaquero, Alfonso Elías Serrano, quien contendería por la gubernatura de Sonora, sin embargo, después de perder dichas elecciones ante Guillermo Padrés, Elías Serrano regresa a su curul en octubre de ese mismo año.

Ahora, los candidatos a Senadores obtuvieron una votación nacional de 1 millón, 855 mil, 403 sufragios (3.69%), lo que también es suficiente para obtener una Senaduría. En este punto podemos observar que la cantidad de votación fue mayor que en el 2006 pero el porcentaje fue menor. Sin embargo, es importante subrayar que en esta ocasión son votos netos de Nueva Alianza, ya que compitió con candidatos propios, dando mayor presencia y posicionamiento a dicho partido, lo cual no sucedió en el 2006.

Con la elección de diputados federales se logró un mayor posicionamiento nacional, ya que en 2009, a Nueva Alianza le acreditaron 1 millón, 181 mil, 850 votos (3.41%), logrando  8 diputaciones en la Cámara de Diputados, mientras que en las pasadas elecciones, los candidatos a diputados federales (Todos propios de Nueva Alianza) lograron una votación nacional de 2 millones, 043 mil, 281  (4.08%) y con ello  10 diputaciones para la LXII Legislatura del Congreso de la Unión.

Este nuevo y fortalecido posicionamiento ya empezó a crear escozor principalmente entre los detractores del SNTE y empezaron a generar especulaciones muy tendenciosas. Todas hablan de que Elba Esther Gordillo tendrá en un puño al recién electo Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, debido a que Nueva Alianza cuenta con los diputados que le hacen falta al PRI para sacar adelante las iniciativas, lo que le dará el poder a Elba Esther para exigir lo que se le antoje y obligará a Peña Nieto a concedérselo.

Los temores o las obsesiones no los dejan pensar acertadamente y no les dejan ver los diversos factores que no permitirán que las cosas sucedan así y que los acuerdos no sean tan fáciles –como se dice- para el grupo parlamentario de Nueva Alianza.

Definitivamente, el PRI no quedará sujeto a la decisión de Elba Esther en cada una de sus iniciativas de Ley.

Para las modificaciones a las leyes o a la Constitución se requiere de la aprobación del 51% o del 66% de los integrantes del Congreso de la Unión respectivamente.

Si damos por hecho que el PRI y el Verde Ecologista continuarán en matrimonio, juntos sumarían 240 de los 500 diputados. Y si damos por hecho que Nueva Alianza se sumaría a dichas iniciativas harían un total de 250, apenas el 50%, lo cual es insuficiente para cualquier aprobación. En el caso del Senado estos tres partidos sumarían 48%.

El Verde Ecologista puede seguir al PRI cual rémora y le va a ir muy bien –eso sí podemos darlo por hecho dadas las condiciones que se generarán en la Cámara de diputados- pero para Nueva Alianza las cosas pueden ser muy distintas, en el supuesto de que quien se encargue de crear los consensos sea nada más y nada menos que el hábil negociador Manlio Fabio Beltrones Rivera, rival político de Elba Esther.

De ser así, lo más probable es que Nueva Alianza no apruebe lo que Manlio Fabio y su equipo político construyan legislativamente, pero sí es muy posible que apruebe las iniciativas que Peña Nieto envíe al Congreso, claro, previo acuerdo directo con el Presidente de la República.

Ese puede ser un escenario, una negociación Peña-Gordillo donde Manlio no aparezca. Sin embargo, eso sería tanto como ningunear al poderoso sonorense, de ser necesario podría darse, pero de darse, sin duda Peña Nieto tendría que lograr acuerdo en ese sentido con Manlio, porque el horno no está para bollos.

El PRI tiene la gran oportunidad de demostrar que ya cambió, que sí es un partido renovado, por lo que está obligado a ser un buen gobierno y sus acciones deben traducirse en mejores condiciones de vida para los mexicanos sí es que quieren conservar la credibilidad y la confianza que en esta ocasión les brindó el pueblo -deben darse prisa porque dentro de tres años (2015) serán evaluados- de lo contrario, quién sabe hasta cuándo puedan regresar a los Pinos, si es que regresan. Veremos sí es cierto que el PRI aprendió de la derrota en el 2000.

Por eso es que los pleitos que se pueden generar entre el Ejecutivo y el Legislativo deben evitarlos. Hay que recordar que en la Legislatura que aún no termina, Peña Nieto frenó con su equipo algunas de las propuestas de Manlio.

Bajo esas circunstancias, se complican las cosas para Nueva Alianza.

Otra circunstancia adversa para este partido es que la experiencia de Manlio Fabio Beltrones Rivera lo ha convertido en un maestro –casi mago- en el arte de la negociación y la concertación política, lo que implica a reflexionar,  ¿Qué tan necesario será lograr los consensos con Elba Esther?

A la habilidad de Beltrones se sumaría una predisposición de los legisladores del PAN a sus iniciativas, debido a la similitud de algunas de sus propuestas y a la propia composición de ese grupo parlamentario marcado por dos frentes, el Calderonista y el Maderista.  Así mismo favorecerá la característica conciliadora  de los llamados “Chuchos” que pertenecen a la izquierda moderada y quienes lograron mayor cantidad de curules tanto en la Cámara baja como en la Alta. Todo esto le facilita el trabajo a Beltrones, a Peña Nieto y al PRI. Con cualquiera de ellos pueden lograr los consensos.

Sin embargo, no se puede asegurar que el clima en el Congreso de la Unión será de luna de miel. Seguramente habrá momentos de desacuerdo,  de tensión y de presión entre dichas fuerzas políticas, lo que también generará coyunturas que favorecerán a Nueva Alianza y las sabrá capitalizar por el bien de la educación y del pueblo de México. Ya lo veremos.

Mi conclusión es que el PRI tiene mucho con quién alcanzar los acuerdos, que al Verde Ecologista no le costará mayor esfuerzo para que le vaya bien, que los opositores del PRI a ultranza serán los López-Obradoristas –por sobradas razones- y que no es cierto que Nueva Alianza la tiene fácil.

Punto Aparte:

También en Sonora Nueva Alianza tuvo buenos números, aunque después hablaremos de ello les adelanto que contará con 40 regidores, 4 Presidencias municipales, 2 diputados locales y 1 diputación federal… ¿Qué tal?


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miércoles, 4 de julio de 2012

EL FANTASMA DEL FRAUDE ELECTORAL


Hermosillo, Sonora a 04 de julio del 2012

Por: Prof. Gerardo Castro Ruiz.
Secretario de Proyecciones Salariales.
Del Comité Ejecutivo de la Secc. 28 del SNTE.

Si en un primer escenario damos por hecho que la mayoría de las faltas que se pudieron haber asentado en las actas electorales son errores humanos que fueron  cometidos involuntariamente en contra de uno y otro partido político, entonces podemos dar por hecho que su corrección favorecería y compensaría de igual manera a uno y otro partido, por lo que el resultado final no sería muy distinto al que actualmente nos ofrece el PREP.

Sin embargo, la incertidumbre electoral que priva entre los militantes o simpatizantes de izquierda nos presenta un segundo escenario, ya que ellos piensan que las diferencias que se pueden encontrar en las actas se debieron a una acción fraudulenta y exclusivamente en contra de su partido, por lo que, como dijo Andrés Manuel López Obrador, líder de la izquierda, impugnarían los resultados y exigirían un recuento de votos de los 300 distritos del país por supuestas inconsistencias.

La impugnación es un derecho constitucional dijo López Obrador y tiene razón, ese derecho les asiste a todos, por lo que también es de esperarse que se presenten impugnaciones en las elecciones de diputados federales, locales y presidencias municipales por otros partidos políticos, pero no sucederá así en el caso de la elección Presidencial, porque Nueva Alianza y el PAN ya reconocieron el triunfo de Peña Nieto.

Pero, independientemente de la impugnación que presenten los partidos políticos de izquierda por la elección nacional, los representantes del IFE, en cumplimiento a la Ley, ya anunciaron que a partir del miércoles 4 de julio se realizará un recuento total en 19 de los 300 distritos electorales repartidos por todo el país. Eso se debe a que la diferencia entre el ganador de la elección presidencial (Peña Nieto) y quien quedó en segundo lugar (López Obrador) es igual o menor al 1 por ciento, lo que significa cerca de 10 mil mesas de votación. A lo que se pudieran sumar recuentos parciales en otros distritos para hacer un total de entre 45 mil y 55 mil paquetes, alrededor de un tercio de la votación general y en esa tarea estarán los representantes de todos, pero de todos los partidos políticos.

He ahí la importancia de la Reforma electoral, hoy, la Ley obliga al IFE a hacer ese recuento de votos, por lo que no hay que esperar a alguna impugnación, sin embargo, la exigencia de la izquierda no sería por el tercio de la elección, sino del recuento del 100% de los distritos.

Será muy saludable cumplir con lo que la Ley ordena para disipar las dudas, principalmente las que generan mayor incertidumbre y le dan vida al fantasma electoral. Ya en el 2009 se recontaron los votos de más de 40 mil casillas.

Sin duda en un recuento de votos y en una revisión de las actas electorales se encontrarán  muchos errores. Errores de conteo y de sumas, errores de registro en las actas, errores de transcripción en la página del IFE o Consejos Estatales Electorales, errores sin querer y otros queriendo. Pero, también sin duda dichos errores afectarían a todos los partidos políticos y no exclusivamente a  alguno en específico.

Prueba de ello es que el recuento que exigió López Obrador en el 2006 le resultó contraproducente, porque cuando se abrieron los paquetes de las casillas impugnadas, perdió mil 803 votos más que Calderón.

Pero dada la insistencia de la izquierda por demostrar un supuesto fraude electoral, yo insisto. Si alguien vigila celosamente las casillas y defienden el conteo de votos son los militantes de la izquierda, entonces… ¿Por qué la duda del resultado?

La izquierda, al igual que todos los partidos tuvieron sus representantes en todas las casillas del país. Delante de ellos se armaron las urnas, se contaron las boletas para que correspondan a la cantidad del listado nominal que cada uno de ellos tiene en sus manos y ellos mismos van marcando a quienes emiten su voto para que al final  puedan compararlo con el total de votos emitidos. Delante de ellos se cuentan los votos, se llenan las actas y se les entrega una copia a cada uno de ellos.

¿Acaso no estaban los representantes de esos partidos en las casillas a la hora de contar los votos? o ¿Volverá a cometer el gravísimo error López Obrador de llamarlos vendidos igual que lo hizo el 12 de julio del 2006? Eso no se vale.
  
Pero aún más, a la lealtad y al celo legítimo de los representantes de izquierda por cuidar el voto en su momento, se le suman  31, 401 observadores nacionales de todas las ideologías, entre los cuales se encuentra una representación del Movimiento “Yo soy #132” y 696 extranjeros.

Categóricamente puedo decir que los representantes de izquierda hicieron un extraordinario trabajo en las casillas y que el “Fraude” no se encuentra en las urnas.

El recuento puede arrojar variaciones distritales o locales, pero el resultado general, el que se refiere a la Presidencia de la República, no variará sustancialmente y ratificará el triunfo de Enrique Peña Nieto.

López Obrador signó un pacto de civilidad y su impugnación está dentro del marco legal pero debe tener cuidado, porque  él puede ser de nuevo el candidato de las izquierdas en el 2018, tiene con qué, pero si va más allá del pacto de civilidad y  comete errores faltando a su compromiso, perderá toda credibilidad con la base ciudadana -no partidista- y se va a desinflar para la próxima contienda.

Por otro lado, es cierto que la coacción del voto a través de dinero, alimentos o materiales, sí es un verdadero fantasma antidemocrático que campea, pero también es cierto que no es exclusivo de un partido político.

Esta es una práctica de todos y se da en mayor o menor grado, dependiendo del lugar del que se trate y del partido en el gobierno que se trate. Eso es corrupción, es abuso de poder, es una bribonada electoral. A eso sí, a eso que no escapa a ninguna ideología cuando de conservar o arrebatar el gobierno se trata, a eso hay que ponerle mano, por el bien de la democracia, por el bien del pueblo de México.


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