miércoles, 9 de diciembre de 2015

El asesinato de David Gemayel Ruiz (La Jornada) Luis Hernández Navarro




Tomado de la Jornada: http://www.jornada.unam.mx/ultimas

Como siempre indiscutible, no solo la pluma de Luis Hernández Navarro, escritor de la Jornada, sino sus atinadas reflexiones sobre la diversa temática que vive el país.

Como todas sus entregas, vale la pena compartirles esta que dedicó a un luchador maestro chiapaneco caído en la defensa de su trabajo y de la educación pública de calidad.

Originalmente está publicado en el siguiente blog en la Jornada.


Luis Hernández Navarro.

David Gemayel Ruiz regalaba sonrisas. Profesor de la primaria “Enrique Rodríguez Cano”, en Ocozocouautla, Chiapas, sonreía todo el tiempo a sus alumnos, a sus compañeros, a su pequeño hijo de casi seis años de edad, a la cámara fotográfica que lo retrataba. Ahora, ya no reirá más. 

El maestro Gemayel Ruiz, egresado de la Normal Rural de Mactumatzá, fue asesinado entre las 9 y las 9.30 de la mañana del martes 8 de diciembre. Según narran sus compañeros, fue arrollado por un camión de la policía, cuando un grupo de maestros fue salvajemente atacado con gases lacrimógenos y golpes por elementos de la Gendarmería Nacional y del Ejército, a la altura del crucero Llano San Juan. Los docentes realizaban en ese momento un bloqueo carretero.

Las autoridades dicen otra cosa. Según la Procuraduría General de Justicia del Estado de Chiapas (PGJE), el maestro David Gemayel Ruiz Estudillo perdió la vida “cuando varios de sus compañeros se apoderaron de un autobús que pusieron en marcha con el objetivo de atropellar a un grupo de policías. Sin embargo, al realizar esta maniobra lesionaron a tres sus compañeros, perdiendo la vida Ruiz Estudillo”. 

Indignados por la pretensión gubernamental de convertir a las víctimas en victimarios, los profesores que se encontraban en el lugar de los hechos desmienten la información oficial. Aseguran que las autoridades mienten, como lo han estado haciendo a lo largo de todo el proceso de examinación docente en el país. David -afirman- fue atropellado por los policías.

David Gemayel protestaba ese día en contra de la evaluación punitiva a la que se quiere someter al magisterio nacional a punta de bayonetas, toletes, cárcel y despidos. Aunque la realización del examen docente en Chiapas estaba programada para el 11, 12 y 13 de septiembre, fue adelantada subrepticiamente para el 8 de diciembre con el objeto de darle un madruguete a los maestros opositores. Los trabajadores de la educación del estado respondieron movilizándose combativamente.

Chiapas tiene una larga tradición de lucha magisterial. En ese estado se formó en diciembre de 1979 la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Allí existen dos secciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). La 7 (maestros federales) la 40 (profesores estatales). David Gemayel Ruiz era integrante de la Asamblea Estatal Democrática de la Sección 40.

La muerte del profesor Gemayel no es un hecho aislado. Los docentes chiapanecos han vivido en carne propia la represión desde los inicios de su movimiento. Los ejemplos son múltiples. En 1987, en Tuxtla Gutiérrez, las huestes de Carlos Jonguitud Barrios, comandadas en la entidad por José Luis Andrade Ibarra, asesinaron a golpes al maestro Celso Wenceslao López. Nunca se castigó a los responsables del crimen. 

Recientemente, en junio de 2013, los porros al servicio de Juan Díaz de la Torre, dirigente nacional del SNTE al que el secretario Aurelio Nuño reconoce como líder ejemplar, golpearon bárbaramente a decenas de profesores democráticos en los trabajos del 26 Congreso sindical de la sección 7. A pesar de ello, los docentes disidentesganaron la dirección sindical en el estado.

Las autoridades venden su reforma educativa a la opinión pública diciendo que ha permitido que el Estado recupere la rectoría del sector. Sin embargo, en Chiapas dirige la secretaría de Educación del estado un peculiar personaje: Ricardo Aguilar Gordillo. Integrante del primer comité ejecutivo democrático de la sección 7, plazeado por todo el país entre 1979 y 1985 por los entonces integrantes del Movimiento de Acción Popular, fundador de la corriente sindical Reflexiones, en 1989 traicionó el movimiento y se sumó a las filas de Elba Esther Gordillo.

Como resultado de la alianza de la maestra con el entonces gobernador Juan Sabines, Aguilar Gordillo, un egresado de la Normal Rural de Mactumatzá nacido en el municipio de Venustiano Carranza, fue designado como titular de la secretaría de Educación en la entidad, sin tener merito académico alguno. Al tomar posesión como mandatario estatal, Manuel Velasco Coello lo ratificó en el puesto, como parte de la alianza con la hija de Elba Esther, la senadora Mónica Arreola. Y, aunque la gestión del maestro Aguilar ha sido desastrosa y sumamente cuestionada, sigue al frente del despacho como muestra irrefutable de la profundidad de los cambios impulsados por la reforma educativa.


El profesor David Gemayel Ruiz ya no sonreirá más. Su asesinato es muestra del estrepitoso fracaso de una reforma que se quiere imponer a sangre y fuego a los trabajadores de la educación de este país. ¿Cuántos otros maestros más serán asesinados para imponer la evaluación docente? ¿Cuántos?



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