Los Estados Unidos dispararon una descarga de misiles de crucero a Siria el jueves por la noche en represalia por el espantoso ataque de armas químicas de esta semana contra civiles.
Se trata del primer ataque directo estadounidense contra el gobierno sirio y la orden militar más dramática de Donald Trump desde que se convirtió en presidente.
Decenas de misiles Tomahawk fueron disparados contra la base aérea de Shayrat, en la ciudad siria de Homs, desde la que el gobierno estadounidense cree que partieron las aeronaves que ejecutaron los ataques aéreos de ayer, según apuntaron fuentes gubernamentales.
La televisión estatal siria calificó el viernes los bombardeos estadounidenses contra una base aérea del régimen como una “agresión”, evocando varios objetivos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó haber ordenado el ataque militar contra el “aeródromo en Siria desde el que se lanzó el ataque químico” y llamó “a todas las naciones civilizadas” a buscar el fin de la “matanza y el derramamiento de sangre” que vive ese país.
“(El presidente sirio, Bachar Al) Asad ahogó a los indefensos”, apuntó el mandatario en una breve comparecencia tras conocerse el lanzamiento de más de medio centenar de misiles de crucero por parte de las fuerzas militares estadounidenses contra la base aérea siria.
El golpe sorpresa marcó un importante giro para Trump, que advirtió durante su candidatura prevenir que EEUU entrara en la guerra civil siria, ahora en su séptimo año.
Pero el presidente se mostró conmocionado por las fotos de niños muertos en el ataque químico, calificándolo de "una desgracia para la humanidad" que cruzó "muchas líneas".
Alrededor de 60 misiles estadounidenses Tomahawk, disparados desde buques de guerra en el Mar Mediterráneo, apuntaron a una base aérea en represalia por un ataque con armas químicas que funcionarios estadounidenses creen que aviones del gobierno Sirio lanzaron con un agente nervioso, posiblemente sarín.
El presidente no anunció los ataques de antemano, aunque él y otros funcionarios de seguridad nacional aumentaron sus advertencias al gobierno sirio durante todo el día del jueves.
"Creo que lo que sucedió en Siria es uno de los crímenes verdaderamente atroces y no debería haber ocurrido y no debería permitirse que suceda", dijo Trump a los periodistas que viajaban en el avión presidencial Fuerza Aérea Uno a Florida, donde lleva a cabo una reunión de dos días con el presidente chino Xi Jinping.El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, fue más explícito al prometer una “respuesta apropiada” al ataque del martes a la aldea de Jan Sheijun, en la provincia rebelde de Idlib. Entre las víctimas mortales hay 27 niños.
Tillerson evocó asimismo “un proceso político que conduzca a la salida de Asad”.“El papel de Asad en el futuro (de Siria) es incierto con los actos que cometió”, precisó.
El ataque se produjo mientras Trump recibía a Xi en reuniones centradas en otro dilema urgente de seguridad estadounidense: el programa nuclear de Corea del Norte.
Las acciones de Trump en Siria podrían indicar a China que el nuevo presidente no teme los pasos militares unilaterales, incluso si países clave como China se interponen en el camino.
Rusia advirtió a EEUU ante posible acción militar contra Siria
Cuando Estados Unidos amenazó este jueves a Siria con una respuesta militar tras el ataque químico que provocó la indignación de la comunidad internacional, Rusia advirtió de “consecuencias negativas” si EEUU decidía actuar contra su fiel aliado en la región.
“Si hay una acción militar, toda la responsabilidad recaerá sobre los que hayan iniciado una empresa tan trágica y dudosa”, declaró el embajador ruso ante la ONU, Vladirmi Safronkov, a la salida de una reunión del Consejo de Seguridad sobre Siria.
Reino Unido, Francia y Estados Unidos presionaron para llevar a cabo el jueves una votación para pedir una investigación del supuesto ataque químico, pero decidieron posponerla.Rusia había adelantado su firme rechazo calificando la propuesta de “inaceptable”.
En substitución, presentó una contrapropuesta de declaración que no menciona cualquier presión sobre el gobierno sirio para que colabore con una investigación.Un funcionario dijo que el Pentágono presentó a la Casa Blanca una serie de posibles acciones militares en Siria, en especial contra bases aéreas del gobierno sirio para limitar su capacidad de acción.
Hace apenas una semana, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, dijo que la salida de Asad del poder no constaba entre las “prioridades” de Washington.
El mismo Tillerson señaló que el futuro del líder sirio debía ser decidido por los propios sirios.El presidente ruso, Vladimir Putin, hizo un llamado a la comunidad internacional a no apresurar un juicio sobre lo ocurrido antes de que se realice una investigación completa.
Putin alertó contra “el carácter inaceptable del hecho de haber acusaciones infundadas contra quien sea antes que haya una investigación internacional e imparcial”.
En la jornada, expertos de Turquía dijeron que las víctimas fueron expuestas a gas sarín.Este mismo jueves, el canciller sirio, Walid Muallem, volvió a negar la participación de su gobierno en el ataque con arma química.
“El ejército sirio no usó, no usa ni no usará este tipo de armas, y no apenas contra su propio prueblo sino tampoco contra los terroristas que atacan a nuestros civiles con sus morteros”, dijo.
Pero Estados Unidos insiste en que Asad es el responsable del ataque y lo mismo cree la canciller alemana Angela Merkel.
Geert Cappeleare, el director de la agencia de la ONU para la infancia UNICEF en la región de Medio Oriente, dijo que por los menos 27 niños resultaron muertos y otros 546 heridos como consecuencia del ataque.
Los potentes medios militares de EEUU alrededor de Siria
EEUU dispone de potentes medios militares alrededor de Siria.
El comando de las fuerzas estadounidense en Medio Oriente tiene al menos 35,000 soldados, según el centro de estudios Heritage.
Washington cuenta con los buques de la VI Flota basada en el puerto italiano de Nápoles, capaces de lanzar misiles Tomahawk contra objetivos terrestres situados a más de 1.000 kilómetros.
Los destructores “USS Porter” y “USS Ross”, ambos equipados con misiles de crucero, están en la parte oriental del Meditárreno, según una fuente de la Marina estadounidense.
En septiembre de 2014, los buques estadounidenses lanzaron 47 misiles Tomahawk durante la primera noche de los bombardeos de Washington contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria.
El buque de asalto anfibio “USS Mesa Verde” también está en esa zona del Mediterráneo.
Los buques de la V Flota destacada en Bahréin refuerzan de su lado la presencia naval estadounidense en Oriente Medio, el Golfo y el Mar Rojo.
El portaaviones “USS George H. W. Bush” está actualmente en el Golfo, apoyando las operaciones contra el EI.
Estados Unidos usa varias bases aéreas en Medio Oriente. La más cercana a Siria es la de Incirlik, situada al sur de Turquía, a un centenar de kilómetros de la frontera.
Asimismo utiliza bases de Jordania, Kuwait, Catar y Emiratos Árabes Unidos.
Washington ha desplegado en la región lo mejor de su flota aérea, como los aviones de combate F-15, F-16 y F-22, los aviones cisterna de reabastecimiento, los aviones radares Awacs o los bombarderos estratégicos B-52.
El avión furtivo F-22 Raptor fue estrenado precisamente en Siria en septiembre de 2014. Esta aeronave, que vale la astronómica cifra de 360 millones de dólares, es extremadamente difícil de detectar, capaz de volar a una velocidad superior a Mach 2 y lanzar bombas guiadas por láser a 25 kilómetros del objetivo.
Los drones Reaper y Predator cruzan sin parar el cielo de Siria e Irak, controlando la situación sobre el terreno o atacando con misiles Hellfire.
Estados Unidos desplegó al noreste de Siria cerca de 900 consejeros militares, soldados de fuerzas especiales y artilleros.
La alianza kurdo-árabe usa cañones de los Marines para llevar a cabo su ofensiva sobre Raqa, la capital de facto del EI en Siria.
Por otro lado ha acondicionado una pista de aterrizaje en Kobane, cerca de la frontera turca, para los aviones cargo C-17, capaces de trasladar vehículos blindados.
Washington tiene en Irak, país fronterizo con Siria, más de 5.000 soldados para tareas de formación, consejo o asistencia a las autoridades locales.
Puntualmente también usa cañones y helicópteros de ataque Apache para apoyar a las tropas iraquíes.