Recientemente realizamos una encuesta como un primer
ejercicio para ver las preferencias de los Trabajadores de la Educación sobre
13 perfiles de liderazgo que aspiramos a la Secretaría General de la Sección 28.
En este primer ejercicio en el que se emitieron 8676 votos
resulté ganador con el 45% de las preferencias.
Este ejercicio que realizamos previo al Congreso donde se
renovará la dirigencia Seccional es histórico, único en su tipo y es producto
de lo que en la Revolución Institucional del SNTE estamos impulsando, una
participación más incluyente, una participación cada vez más amplia de los Trabajadores de la Educación en los
procesos de elección de dirigentes en los ámbitos Seccional y Nacional.
Los trabajadores deben de conocer previamente la filosofía
sindical y las propuestas de quienes aspiran a encabezar a la Sección, para
evitar que sigan llegando dirigentes que muy pocos conocen y que la mayoría no
los respalda, no los legitima, y que por esa razón transitan con un liderazgo
de cristal que no es saludable para nuestro gremio.
El SNTE necesita de dirigentes fuertes, con liderazgo,
emanados de procesos de elección transparentes, con una participación gremial
mayoritaria, reconocidos y legitimados por los representados.
Este es uno de los muchos propósitos que incluye nuestro
Proyecto de Transformación gremial.
Continuaremos realizando otros ejercicios en distintos
espacios y con procedimientos diversos para ir teniendo la percepción de los
perfiles de liderazgo que la mayoría de los agremiados de nuestra Sección prefiere.
Por lo pronto, en este primer ejercicio resulté ser el
virtual Secretario General de la Sección 28 del SNTE y reitero mi
agradecimiento a todos aquellos que en él participaron.
Decídete, súmate a la Revolución Institucional del SNTE. Cada
día somos más.
Desde mi muy
particular postura Institucional. Un fuerte abrazo a todos.
#yosoylarevoluciondelSNTE.
El proyecto de la
Revolución del SNTE no es el surgimiento de una nueva expresión sindical ni una
invitación a la insurrección.
Es una convocatoria a
la reflexión y a la acción en la UNIDAD para frenar el debilitamiento del SNTE,
iniciar su reconstrucción, retomar su función, fortalecerlo y recuperar lo
perdido.
Ver impasiblemente
cómo se debilita o se desmorona lo que es nuestro, lo que tanto nos ha costado
construir, es imperdonable.
Compañeras y
compañeros Trabajadores de la Educación, este Proyecto sugiere un cambio para
transformar al SNTE que tenemos por un SNTE mejor.
Para saber qué tan
necesario es un cambio en el SNTE, habría que plantearnos y resolver 3
interrogantes: ¿Qué SNTE tenemos? ¿Qué SNTE queremos? y ¿Cómo lograr ese SNTE?
Si tomamos decisiones
a partir de un diagnóstico equivocado, nuestras decisiones estarán igualmente
equivocadas y la dimensión del problema se multiplicará.
Por ello, no sería
correcto ver a un SNTE solo desde sus
debilidades, pero tampoco es correcto no reconocerlas y hablar solo de
fortalezas. Ambos puntos de vista tendrían un diagnóstico falso.
Para saber realmente
en qué condiciones se encuentra el SNTE que tenemos, o el SNTE que nos queda
del otrora Sindicato más poderoso de
Latinoamérica, es necesario hacer un análisis muy objetivo, integral, desde sus
fortalezas, pasando por sus debilidades y visualizando sus retos y sus
amenazas.
Contrario a lo que
algunos piensan y a pesar de que el debilitamiento parece no tener fin, el SNTE
aún cuenta con fortalezas importantes de las cuales se puede partir para su
reconstrucción.
Es más saludable
partir del SNTE que tenemos, partir de las pocas fortalezas que nos quedan que
empezar de nada. Porque a pesar de la resistencia de los dirigentes de ir a una
Revolución profunda de nuestro gremio, mientras el SNTE exista, vive la
esperanza de construir un SNTE mejor, el SNTE que queremos los Trabajadores. El
SNTE al servicio de sus agremiados.
Es necesario
visualizar al SNTE que queremos y nos merecemos los Trabajadores.
Queremos un SNTE
renovado, congruente con el espíritu que dio vida a los Sindicatos, como el
instrumento de lucha de los trabajadores
y para los Trabajadores, con decisión propia, que ponga un alto a la
intervención del Gobierno en los asuntos que solo competen a sus agremiados,
con certidumbre laboral, con liderazgo
gremial, social y político.
Con la fuerza que da
el carácter Nacional y Unitario, blindado por su UNIDAD contra los efectos de
los retos y amenazas.
Abrazado por una
Nueva cultura sindical.
Fortalecido por esa
UNIDAD que da la contundencia necesaria para lograr el éxito en las exigencias
gremiales, con dirigentes legítimos
emanados de procesos democráticos.
Un SNTE que escuche
la diversidad ideológica y se nutra de ella. Un SNTE donde los principios
democráticos de la pluralidad, la tolerancia y la inclusión sean una práctica real
y no términos que solo visten los discursos.
Un gremio
Institucional, entendida la institucionalidad como el más alto compromiso de
defender y fortalecer al SNTE que es la Institución a la que pertenecemos y que
por lo tanto se vale disentir y debatir para mejorarnos.
Un SNTE que erradique
la cultura sindical que tanto daño ha hecho y ponga en práctica una real transparencia y rendición de cuentas.
Pero cómo lograr el
SNTE que queremos si este se encuentra históricamente en la etapa de
debilitamiento más aguda y tal pareciera que nada ni nadie puede frenar su
vertiginosa caída. Lo que significa, que podemos continuar en caída libre hasta
convertirnos en un Sindicato blanco, simplemente protocolario o desaparecer.
¿A qué se debe? ¿Cuál
es el origen de su desplome?
Para lograr el SNTE
que queremos y nos merecemos es necesario atender dos causas que nos han
llevado al lastimoso estado actual.
Construir una Nueva
Cultura sindical y un nuevo perfil de dirigentes.
Pero esa decisión
también debe emanar necesariamente de una concientización del estado de cosas,
de un cambio de mentalidad, de un cambio de actitud, de un cambio de chip.
Entender que nadie,
ni los propios dirigentes tienen la voluntad de promover el cambio que es
urgente, para ellos todo está funcionando bien, así es como ellos creen que sus
intereses están a salvo, no quieren correr riesgos, una transformación del SNTE
lesionaría sus aspiraciones individuales.
Si soy un trabajador
de la educación, el cambio empieza en mí,
el cambio depende de mí. Y si el
cambio está en mis manos, entonces
#yosoylarevoluciondelSNTE.
Observación: Repito, solo es un tráiler, si quieres ver la película
completa contáctanos y nos organizamos para presentartela a ti junto con otr@s
compañer@s.
Desde mi muy
particular postura Institucional. Un fuerte abrazo a todos.
#yosoylarevoluciondelSNTE.
El proyecto de la Revolución del SNTE no
es el surgimiento de una nueva expresión sindical ni el fortalecimiento
específico de alguna de las ya existentes.
Es una convocatoria gremial a la
reflexión y a la acción en la UNIDAD para frenar el debilitamiento del SNTE,
iniciar su reconstrucción, recuperar su función, fortalecerlo y recuperar lo
perdido.
Es una propuesta sindical emanada de un
análisis serio y muy responsable de la situación que prevalece en nuestra
Organización sindical.
A partir de dicho análisis plantea la
urgente necesidad de una transformación
integral de nuestro gremio. Una
Revolución inteligente que privilegie las ideas, la propuesta, el debate y el consenso para reconstruir, la visión y
misión gremial de la cual los dirigentes y representados nos hemos alejado.
Plantea una transformación Institucional
en referencia al SNTE, que es la institución a la que pertenecemos todos los Trabajadores de
la Educación.
Porque más allá de las fronteras
ideológicas, todos tenemos la obligación de impulsar su conservación y su
fortalecimiento, así como defender su
autonomía y su carácter Nacional.
Aceptar sin opinar las decisiones
verticales que toman los dirigentes en los altos Órganos de Gobierno Sindical
no significa ser Institucional. Al contrario, la Institucionalidad obliga a
externar en la diversidad nuestras ideas y propuestas para fortalecernos cada
día más.
No es institucional aquel que viendo
nuestros retos, nuestras amenazas, fallas, debilidades, vacíos, vicios y
excesos, calla y no hace nada por corregirnos y fortalecernos.
Ver impasiblemente cómo se debilita o se
desmorona lo que es nuestro, lo que tanto nos ha costado construir, es imperdonable.
En nuestra propuesta planteamos la
construcción de una Nueva Generación de Trabajadores, de una Nueva Cultura
Sindical y de Nuevos Perfiles de Liderazgo.
Compañeras y compañeros Trabajadores de
la Educación, este Proyecto sugiere un cambio para transformar al SNTE que
tenemos por un SNTE mejor.
Si queremos un SNTE mejor debemos
convencernos que su transformación no será impulsada por los dirigentes
seccionales o nacionales, porque para ellos todo está funcionando bien y sus
intereses individuales o de grupo están a salvo con el roll que está
desempeñando actualmente nuestro Sindicato.
Debemos concientizarnos que la
reconstrucción del SNTE inicia por cada uno de nosotros, que la verdadera
Revolución está en manos de los Trabajadores.
Por ello afirmamos que la Revolución del
SNTE está representada en cada Trabajador.
Y por lo tanto, tú y cualquier
integrante de este Sindicato, categóricamente puede decir: “Soy Trabajador de
la Educación, Yo soy la Revolución del SNTE”
Para impulsar este Proyecto estamos
construyendo en Sonora una red y una estructura de la Revolución Institucional
del SNTE de la cual tú puedes ser parte.
Contáctanos y conoce a profundidad esta
Propuesta, nosotros acudiremos a tu encuentro, a la región sindical que
pertenezcas.
Desde mi muy particular postura Institucional. Un
fuerte abrazo a todos. #yosoylarevoluciondelSNTE.