Subrayado y con negritas
Profr. Gerardo Castro Ruiz
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Sonora; a 31 de mayo 2016.- Vaya
que causó indignación y sumó muchos reclamos la aparición del dirigente de la
Sección 28 del SNTE, Javier Duarte Flores, en una nota titulada “SNTE brinda
soluciones a problemas sociales”, donde el dirigente se ve con una gran bolsa
negra juntando basura en las playas.
Ser un trabajador recolector de
basura de Servicios Públicos Municipales no es ninguna vergüenza, al contrario,
es un trabajo íntegro, imprescindible para mantener limpias las ciudades y
valorado por la sociedad. Esa es la responsabilidad de estos señores, ese es su
trabajo y reciben una remuneración por su jornada.
Pero ser dirigente de un gremio
que se encuentra asfixiado por la Reforma Educativa y ver -como si nada- que el
Estado esté golpeando a sus propios representados, les esté arrebatando sus
derechos y hasta su trabajo. Ser un representante y dejar a su gremio a la
adversidad, rehuir su obligación de estar al lado de los suyos y en lugar de
defenderlos agarrar un costal e irse de tirabichi a limpiar playas, es un
descaro que los profes no pasarán desapercibido.
De plano estos dirigentes
perdieron la vergüenza, prefieren escudarse en el argumento del compromiso
social -que por supuesto está en entredicho- que cumplir con su mandato
estatutario, su compromiso esencial, de velar por los derechos de sus
agremiados y defender las conquistas laborales, sociales, educativas y económicas.
¿Con qué derecho cobran las
cuotas sindicales si esta representación sindical no le sirve a los
Trabajadores?
¿Cómo pueden lucirse con tanta
desfachatez, en medio de un grave conflicto que enfrentan sus compañeros? Solo
un desvergonzado puede hacerlo, y peor aún,
exhibirse y presumirlo.
Sin duda los dirigentes están
haciendo lo contrario al mandato estatutario, porque los estatutos del SNTE
dicen una cosa sobre el objeto social y los fines del Sindicato, mientras que
sus dirigentes -como lo estamos viendo- están haciendo otra cosa muy distinta.
Si revisamos las once fracciones
contenidas en el Art. 10 que habla del objeto social y los fines del Sindicato,
podríamos darnos cuenta de que la dirigencia actualmente no está acertando a
casi nada o nada de lo ahí establecido. De igual forma veremos que el fin
esencial del SNTE está contenido en la primera fracción que a la letra dice: Defender
los derechos laborales, sociales, económicos y profesionales de sus miembros.
Ese es el primer fin del SNTE,
pero en cambio, Javier Duarte prefiere ir a juntar conchitas y caracoles a las
playas sonorenses.
En otra entrega hablaremos del
cómo y por qué se mantienen los numerosos comités seccionales, aun cuando la
Ley General del Servicio Profesional Docente eliminó la figura de los
comisionados sindicales.
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