¡FELIZ NAVIDAD Y AÑO NUEVO 2011!

Me gustó la reflexión personal que hice hace un año y es por eso que la comparto de nuevo con quienes ya acostumbrados están a mis humildes opiniones.

La Navidad, cuyo significado real es nacimiento, es una fecha con motivo de la celebración del nacimiento del niño Jesús. Este momento tan especial, genera distintos sentimientos que en su conjunto pueden parecer encontrados, sin embargo, cada uno de ellos tiene su razón de ser en distintos tiempos, lugares y espacios. Es decir, no son propios de la Navidad, sino que se agolpan a la vez, como producto de las reflexiones a las que invita a hacer esta fecha tan especial y significativa para la humanidad.

Es por ello, que en el transcurso de su duración y por diversos acontecimientos, puedes transitar por distintos estados de ánimo, de la felicidad a la nostalgia, a la tristeza o al dolor. Es natural, saludable y reconfortante esta transición emocional. Pero finalmente, se retoma el motivo de reunión y se sobrepone el amor, la paz, la armonía y la felicidad.

 Celebremos pues el nacimiento del niño Jesús. Descarguemos todo tipo de sentimiento que naturalmente nos aqueja en esta fecha. Purifiquemos nuestra mente e invadámonos del espíritu navideño en compañía de nuestros seres queridos. Disfrutémonos y recibamos una vez más al niño Jesús. Permitamos que su presencia invada nuestros hogares de paz, de felicidad y de salud. Vivamos con intensidad este 24 y 25 de diciembre y preparémonos para recibir al año nuevo.

El año que termina, sin duda nos deja grandes enseñanzas en lo personal, familiar,  económico, laboral, social y político.

Cada uno de nosotros, aunque sea a vuelo de pájaro, podemos tener una apreciación general de qué tan bien nos fue en el año viejo, o qué tan mal, según la perspectiva de cada quien, pero tener claras las razones por las cuales nos podemos sentir como triunfadores o derrotados es muy importante.

 Es necesario, saber de qué manera influyeron algunos factores externos para bien o para mal y sobre todo tener plena conciencia del papel que jugamos de manera personal para que así sucedieran las cosas.

Nuestro rol es esencial en el producto de nuestra existencia, los ateos deben observar lo dicho por Amado Nervo, “Porque veo al final de mi rudo camino, que yo fui el arquitecto de mi propio destino, ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz” y los creyentes que esperan que Dios les resuelva todos sus problemas, no deben dejarle todo a él, deben observar la siguiente frase relacionada con algún texto bíblico  “Ayúdate que yo te ayudaré”.

Lo anterior nos dice que, el que nos vaya mejor el año que viene no solo depende de la buena vibra que dan los deseos propios, de los familiares y amigos, depende fundamentalmente de una profunda reflexión y evaluación sobre cada una de las áreas que atendemos como hombres o mujeres, como padres de familia o hijos, como entes sociales, como trabajadores,  como líderes, como dirigentes o como políticos. ¿Qué hicimos bien? ¿Qué cosas no nos salieron como queríamos? ¿Qué nos faltó por hacer?

Estoy seguro que tus cuentas serán positivas.

Aún en el caso de que se tengan más eventos en contra que a favor, todos nos debemos ver como triunfadores, porque fuimos líderes de nuestras vidas. Nuestros aciertos y errores, finalmente son nuestros, nosotros los logramos. Un error  es una conquista propia que nos enseña a ser mejores. La vida es de aciertos y errores, de triunfos y fracasos, y las derrotas son nuestras grandes maestras, es por ello, que no me cabe duda, que después de esa amplia evaluación que hagamos y una vez que tengamos, de manera transparente, las razones del producto de nuestro paso por el año 2010, el 2011 será de prosperidad, de logros de metas y nuestros hogares se llenarán de amor, de paz y de salud.

 Te envío mi buena vibra. ¡Felices fiestas del año viejo y muchas felicidades por el año que recibes!

A T E N T A M E N T E

Tu amigo

Profr. Gerardo Castro Ruiz