Hermosillo,
Sonora a 08 de octubre del 2014
Por: Profr. Gerardo Castro Ruiz.
Ad hoc es una
locución latina que significa literalmente «para esto». Generalmente se refiere
a una solución elaborada específicamente para un problema o fin preciso y, por
tanto, no es generalizable ni utilizable para otros propósitos. Se usa pues
para referirse a algo que es adecuado sólo para un determinado fin o en una
determinada situación. (Wikipedia)
En vísperas del XXXI
Congreso Extraordinario de la Sección 28 del SNTE, donde Fermín Borbón Cota fue
sustituido por Francisco Javier Duarte Flores, uno de los miles de contactos
que tengo –haciendo referencia al próximo Secretario General- me preguntó que
si quién era “el bueno”, a lo que respondí ¿El bueno para quién?
“El bueno” depende de
los intereses. Para algunos ex Secretarios Generales de la Sección 28 los
buenos eran Osvaldo Bojórquez, Jesús Ernesto Félix Tabardillo, Julio Valencia,
Oscar Cota Barreras, Rigel Gutiérrez Tabardillo y César Salazar, quienes a lo
largo de 4 años trabajaron también y cada uno de ellos logró armar un grupo de
trabajadores que los apoyaban, por lo que al referido Congreso arribaron con
sus fuerzas específicas.
“El bueno” para el
Gober seguramente era David Parra Medina, por ser –después de Fermín Borbón-
quien tuvo mayor relación.
“El bueno” para
Fermín Borbón siempre fue su compadre Javier Duarte.
“El bueno” para
muchos Trabajadores de la Educación era un servidor que impulsé y sigo
impulsando la Transformación de nuestro gremio a través del Proyecto de la
Revolución del SNTE.
Así -dependiendo de
los intereses- la lista se hace enorme. Pero a lo que mi contacto se refería y
muchos otros que me hicieron la misma pregunta, era que sin duda ya había un
señalado por el dedo índice del Presidente del SNTE Juan Díaz de la Torre -y sí
lo había- pero aun cuando las mayorías lo percibimos, nadie puede decir con
anticipación su nombre, porque es un secreto que se guarda muy bien hasta el
final.
O que alguien me
responda ¿Quién eligió a Javier Duarte Flores para que encabezara la planilla?
¿Acaso fueron los ex Secretarios Generales de la Sección 28? ¿O fueron los
integrantes del Comité Ejecutivo Seccional anterior? ¿O fueron los delegados
que asistieron al Congreso? ¿O fue Fermín Borbón? ¿O fue la camarilla de
representantes del Comité Nacional ante el Congreso? ¿O fue por aclamación de
las bases?
No sucedió nada de
eso, Javier Duarte apareció simple y sencillamente hasta el momento en el que
se leyó la Planilla que indebidamente se le llamó de “UNIDAD”.
¿Quién puede creer en
un proceso para definir a quién encabezará la planilla cuando el método resulta
ser de mofa para quien lo impone y una mentada de madre para quien lo acepta?
Una vez que quienes
coordinábamos el trabajo de la Revolución del SNTE al interior del Congreso
supimos que con 5 decenas de delegados no lograríamos construir nuestra
planilla -quise llegar a fondo- jugué al
ingenuo para saber el “estratégico” método que utilizarían los representantes
de la dirección nacional para definir la cabeza seccional.
Ellos también ponen
carita de pendejos, se manejan con perfil bajo, te hablan quedito, parece que
no quiebran un plato y son la bondad personalizada, pero son verdaderos lobos
con piel de oveja, vienen con todo el poder para imponerse y chingarnos a
ultranza.
A las horas de la
madrugada convocaron a una reunión de Comité Seccional que se llevaría a cabo
en una de las salas que se utilizaron para trabajar la temática. El susurro del
representante del Comité Nacional fue hipnotizando a mis adormecidos compañeros
para llevarlos a aprobar la construcción de una planilla de “UNIDAD”.
No hacía falta esa
terapia, no se miraba por ningún otro lado –que no fuera la Revolución del
SNTE- que existieran reales intenciones de presentar una planilla alterna, pero
ya dijimos que la cantidad de delegados no nos favoreció.
Aquellos 4 aspirantes
que formaron una coalición -y que en conjunto tenían el peso específico para
integrar otra planilla- renunciaron con mucha anticipación a esa estrategia que
les habían manejado a sus delegados seguidores en el caso de que no les
favoreciera la designación. O quizá siempre fue un blof, porque nunca se vio
una real intención de utilizar esa fuerza. Sus delegados andaban inquietos
preguntando cuándo reventarían el Congreso o integrarían la otra planilla. No
se explicaron nunca para qué habían trabajado tanto en el reclutamiento de
delegados si no los iban utilizar y de
nada les sirvieron.
Después de aprobar la
supuesta planilla de “UNIDAD” se dijo que darían un tiempo de 15 minutos para
que se desalojara la sala y solamente se quedaran quienes aspiraban a la
Secretaría General.
Una vez transcurrido el
tiempo estipulado nos encontrábamos en la sala 13 aspirantes. Pero… ¿Qué tenía
que estar haciendo ahí un servidor? Nada, porque está sobreentendido que el
llamado era exclusivamente para quienes a juicio de la dirigencia nacional han
observado “buena conducta”, aprobando sin la menor resistencia las decisiones
cupulares, mientras que por el contrario y aún cuando el Proyecto que he
impulsado busca la construcción de un SNTE mejor, resulta ser ofensivo para los
intereses que gobiernan en nuestro gremio.
Ahí estábamos
sentaditos David Parra, Héctor Leyva, Gustavo Canizalez, Dora María Talamante,
Oscar Cota, Javier Duarte, Epifanio Valenzuela, Julio Valencia, Osvaldo
Bojórquez, Ernesto Tabardillo, César Salazar, Fernando Aguirre y un servidor.
Las miradas furtivas
transparentaban la incomodidad. Todos se preguntaban lo mismo… ¿Qué demonios
estaba haciendo ahí yo?
¡Caramba! Éramos 13 y
el representante del Comité Nacional solo tenía registrados 12. Fue directo, me preguntó que si me había
registrado, le dije que no me había enterado del momento y con quién había que
registrarse. Dijo que hubo entrevistas previas donde se registraron los
aspirantes. Le dije que sí me había registrado y que no sabía la razón por la
cual no estaba anotado. Me preguntó con quién y le respondí.
Preguntó que si sabía
dónde estaba parado y le respondí que entre aspirantes (No le gustó mi
respuesta) Interrogó de nuevo que si sabía frente a quién estaba… le dije que
frente a la representación nacional. De nuevo se disgustó con la respuesta y
agregó… “Tampoco sin juegos” yo le respondí que no estaba jugando.
Era evidente que mi
presencia incomodaba, sin embargo, pese al disgusto continuó con otra terapia
para tranquilizar a los presentes en caso de que el proceso no les favoreciera
y enseguida explicó el método a través del cual supuestamente se seleccionaría
a quién encabezaría la Planilla.
El primer paso
consistió en dar uno por uno nuestro nombre y los cargos sindicales y políticos
que habíamos ocupado. Cuando llegó mi turno respondí y al final agregué que
estaba claro que no correspondía al perfil que buscaban y que por lo tanto me
retiraría.
El representante que
estaba coordinando el simulacro (estaba toda la camarilla nacional incluyendo a
Borbón) dijo que no me retirara, que ya
estaba ahí y que podía quedarme, que era un proceso transparente, que no tenían
nada que ocultar y que no estaban buscando un perfil específico. (Eso quedaba
claro, ya lo tenían)
El segundo y último
paso de este fenomenal proceso (se quemaron las neuronas en idearlo), consistía
en que en una hoja en blanco pondríamos nuestro nombre, estado civil, cargos
que habíamos ocupado, explicar brevemente por qué queríamos ser Secretario
Generales de la Sección, qué haríamos por la Sección 28, si deseábamos
continuar en el Comité y finalmente la rúbrica.
Después de entregar
los escritos se los llevarían, se enviarían al Comité nacional y dentro de dos
horas allá definirían quién sería el próximo Secretario General de la 28.
¿Ustedes creen en
esta simulación? Yo tampoco.
La definición de la
cabeza son reglas no escritas en nuestra norma estatutaria, son consignas de
los poderes fácticos mundiales y de los nacionales que operan a través del
gobierno. No dicen quién, pero dicen qué tipo de dirigente conviene y garantiza
que el SNTE se vaya adecuando a sus exigencias.
Quien diga que el
SNTE está estático miente, porque el SNTE está en constante transformación,
adecuándose a esas políticas económicas que lamentablemente van en sentido
contrario a los intereses de los trabajadores.
Es por ello que se
nos niega decidir sobre las cabezas seccionales y simulando democracia practican
otro método para construir el cuerpo de la planilla, donde para variar también
hacen de las suyas, porque varios de esos procesos tampoco son muy
transparentes.
La planilla fue muy
mal presentada por Fermín Borbón. Una planilla incompleta y con alguna
suplencia repetida. Por desconocimiento de los estatutos llegó hasta preguntar
a la Presidencia de la mesa que si era prudente presentarla también con suplentes (Demasiada ignorancia).
Todos los cargos
omitidos en la planilla fueron ocupados días después del Congreso por más
imposiciones, a eso se debe que esos compañeros no hayan rendido protesta junto
con el Comité recientemente electo.
En dos videos que encontrarán
al final del presente artículo, podemos apreciar las diferencias entre el
Comité que se eligió en el Congreso y el Comité que terminó por construirse y
que será el que estará en funciones. En suma, fue una caricatura de Congreso jamás
vista.
Entre todas esas
irregularidades a Javier Duarte lo presentó como cuarto Concejal y luego lo
repitió en la Secretaría General, cuando debió presentar a 4 concejales
distintos y en automático quien encabeza la planilla es el quinto, tal y como
lo establece el Estatuto. Es decir, le faltó un concejal y algunos cargos más -que
repito- fueron designados al margen del máximo Órgano de Gobierno Seccional.
¿Entonces, qué fue lo
que llevó a Javier Duarte a la Secretaría General?
No fue el simulacro
-apenas un tonto lo creería-, ni la “buena conducta” porque ninguno de ellos se ha opuesto y
tampoco se opondría a las decisiones
cupulares (todos observan “buena conducta”), ni la experiencia porque hay
quienes se lo llevan de calle, ni la capacidad porque para hacer lo que le
dicten no es necesaria, ni un Proyecto porque nadie lo tenía, ni siquiera que
fuera compadre de Fermín -porque por el contrario- en otras circunstancias eso
le hubiese desfavorecido.
No es de extrañarse
que lo que se criticó con Gordillo se esté repitiendo. Se sabe que el yerno y
una hija de Elba Esther decidieron durante el último tiempo quiénes serían los
Secretarios Generales de las Secciones, por lo tanto lo que definía esto era la
relación de amistad, compadrazgo o política que se tenía con ellos, porque en
esa medida era la lealtad (sumisión) ante las decisiones (imposición).
Esto que parece
infantil, es lo mismo que llevó a Javier Duarte a la Secretaría General. Para
desgracia de 6 aspirantes –de los 12- que sí tuvieron posibilidades reales,
Javier tuvo la fortuna de hacerse amigo de un hijo de Juan Díaz de la Torre y
de dormir en algún tiempo en casa de la familia. Ese hecho “relevante” hizo la diferencia
sobre los demás. No es una telenovela, ni un cuento de hadas, así suceden las
cosas en nuestro SNTE. Y seguirán sucediendo mientras no nos organicemos y lo
sigamos permitiendo.
Mi opinión no es un
asunto personal, ni se trata de revanchismos, ni de coraje o frustración alguna.
No tengo nada en contra de Javier Duarte ni de mis compañeras y compañeros que
integran el actual Comité Ejecutivo Seccional.
Se reconoce que en el
cuerpo del Comité se encuentran muchas capacidades y experiencias, de eso no se
duda, sino del lado del cual estarán cuando se trate de afectaciones laborales,
sociales, económicas y educativas que seguirán promoviendo los intereses ajenos
al SNTE. ¿Del lado del patrón o de los trabajadores?
Esa será la prueba de
fuego para los nuevos valores que hoy nos dirigen y nada me daría más gusto que
la aprobaran. Por el momento -pese a todas las irregularidades de las cuales no
son culpables- hay que felicitarlos y darles el tiempo necesario para que
demuestren su casta y su compromiso con los representados.
Por otro lado,
ratifico y sostengo que Javier Duarte es un dirigente ad hoc, porque fue impuesto para ese
fin, para proteger los voraces intereses que no saciarán su ambición sino hasta
convertir a la Educación Pública en su negocio. Eso será debilitando cada vez
más al SNTE y denostando nuestra tarea educativa. Ojalá me equivoque. Tendrá
4 años para demostrar lo contrario y taparme la boca. Espero así sea.
#yosoylarevolucióndelSNTE
VIDEO DEL COMITÉ QUE FUE PRESENTADO Y ELECTO INCOMPLETO
VIDEO DE LA PRESENTACIÓN DEL COMITÉ EN FUNCIONES Y QUE FUE COMPLETADO ANTI ESTATUTARIAMENTE AL MARGEN DEL MÁXIMO ÓRGANO DE GOBIERNO SECCIONAL QUE ES EL CONGRESO.