Hermosillo,
Sonora a 3 de noviembre del 2014.
Por: Profr. Gerardo Castro Ruiz.
El paternalismo es el
sistema más eficaz de hacer mediocre a una generación (Profr. Gerardo Castro
Ruiz)
Según Wikipedia “El paternalismo es una modalidad del
autoritarismo, en la que una persona ejerce el poder sobre otra combinando
decisiones arbitrarias. El paternalismo está basado en relaciones sociales
verticales bidireccionales "INTERESADAS", entre protectores y
protegidos. Relaciones que impiden el
desarrollo y la creatividad de la persona y destruyen el concepto de comunidad.
"Yo para qué pienso, para qué creo. Yo para qué me relaciono con miembros
de mi comunidad, si mi protector es el único encargado de solucionar todos mis
problemas a cambio de mi lealtad. Para el Derecho constitucional, el Estado
paternalista es aquel que limita la libertad individual de sus ciudadanos y
ciudadanas con base en ciertos valores que fundamentan la imposición estatal”
Confiados en que
alguien haría las cosas por nosotros caímos
en el excesivo confort, nunca nos preocupamos en saber cómo resolver nuestros
propios problemas y así fuimos creciendo hasta convertirnos en una generación
de inservibles.
En las aulas somos
agentes de cambio, formamos las generaciones del futuro, enseñamos a
plantearnos problemas de la vida diaria y cómo resolverlos. En las comunidades ganamos liderazgo y somos factor
de progreso social. En nuestras familias -con dificultades en mayor o menor
grado- resolvemos nuestros problemas, porque -de no hacerlo- no hay quién lo
haga por nosotros.
Con toda esa
capacidad que nos caracteriza -y que no es común entre los gremios-, al
interior del SNTE nos convertimos contrariamente en los seres más sumisos e
inútiles. Aquí cabe el dicho de que somos candil de la calle y obscuridad de
nuestra casa, porque al exterior enseñamos cómo enfrentar la vida, mientras que
en el SNTE no hacemos nada por defendernos y mejorarnos.
En la escuela enseñamos
que la libertad de expresión es un
derecho constitucional y en nuestro gremio nos da pavor recurrir a este
derecho. En la escuela enseñamos libertad de credo político, en la política
civil participamos democráticamente en los procesos de elección de gobernantes y
en nuestro Sindicato -por el contrario- tenemos miedo ir en contra de la línea
que marcan los dirigentes.
El sistema del
“Paternalismo” logró su objetivo, esta generación magisterial es incapaz de
reaccionar por sí misma ante las adversidades. Esto lo sabe plenamente el
gobierno, al igual que los dirigentes.
El magisterio ha
vivido y sigue viviendo en la última década una andanada de afectaciones
sociales, laborales y prestacionales -entre otras- lo cual parece no tener fin.
Sin embargo, la clase de trabajadores actual lo ha permitido todo, y hasta el
momento todo indica que lo seguirá permitiendo.
La defensa de los
trabajadores es uno de los grandes vacíos que existen en el SNTE. Cuando el
sistema del paternalismo es real, ciertamente el protector tiene abundantes
ganancias. Gana en las decisiones arbitrarias; se adueña de la autonomía
individual y mientras cosecha grandes beneficios (personales, patrimoniales,
políticos y económicos) mantiene al gremio en el confort, porque todos los
protegidos están confiados en que tienen
quién los defienda, quién piense por ellos, quién hable por ellos, quién tome
las mejores decisiones por ellos, etc. En cambio, mientras que el protegido
solo obtiene reducidos beneficios, pierde poder de decisión, reduce el espíritu
de la fraternidad y solidaridad, pierde capacidad de organización y se vuelve
incapaz de pensar y de actuar por sí mismo, aunque sea en su propio beneficio.
Repito, cuando el
Paternalismo es real, el protegido cuando menos siente la presencia de su protector.
Sin embargo, frente a la incertidumbre que vive el magisterio y que cada vez se
agudiza más, los Trabajadores no ven al SNTE por ningún lado. Los dirigentes no
atienden las inconformidades y las abundantes dudas, mucho menos se ven cuando
hay una persistente actitud de las autoridades de violentar los derechos de sus
representados.
El SNTE actual no es
congruente con el espíritu con el cual nacieron los sindicatos. La dirigencia
solo aparece a hacer caravanas con sombrero ajeno cuando la autoridad correspondiente
dará respuesta a las inconformidades que aquejan a los trabajadores, las cuales
fueron gestionadas previamente por alguna representación parcial o individual
en nombre de los Trabajadores afectados, pero no por la representación
estatutaria.
Así pasó con las
dobles plazas, con los cambios, las permutas, con carrera magisterial, con los
25 mil pesos de Metlife que les deben a los jubilados, con el calendario
escolar, con el RZ, etc. Solo por mencionar los más recientes de los muchos
ejemplos que se pueden mencionar.
El universo de
problemas es grande y la dirigencia no quiere enfrentarlos. Hay una gran
incertidumbre gremial y los dirigentes no dan la cara, no informan ni resuelven
dudas.
Y como en la política
todo vacío tiende a ser ocupado, en el SNTE no es la excepción. Ese es el
origen de los grupos magisteriales que se han venido organizando y otros que
seguirán surgiendo. Sin embargo, la intervención en grupos o en lo individual
no soluciona la problemática magisterial de fondo, sino que la agrava más,
porque esta es otra forma de paternalismo que fomenta la dejadez entre los
trabajadores, fomenta el enmohecimiento mental porque son otros los que piensan
por ellos y fomenta el entumecimiento porque son otros los que actúan por ellos. Es
decir, la raíz del problema permanece. Mientras exista alguien quién haga las cosas por ellos, los Trabajadores continuarán somnolientos, en la pereza y sin saber qué hacer.
Esta generación de
Trabajadores de la Educación debe evolucionar, aprender a investigar, leer,
interpretar, reflexionar, plantear, gestionar, exigir y resolver sus problemas
por sí misma, de manera organizada y en UNIDAD.
Hasta el momento
hemos sido incapaces de organizarnos, y mientras salvamos esa incompetencia,
los trabajadores voltean y buscan ansiosamente de quién colgarse, quién puede
resolverles las dudas en lugar de investigar, quién puede representarlos, quién
puede hacer las cosas por ellos, porque así aprendieron.
Frente al abandono de
los dirigentes, ante la falta de un liderazgo legítimo que organice a las
mayorías y frente a los retos que nos impone la Reforma Educativa, los
Trabajadores necesitaríamos de la asesoría profesional para enfrentar
legalmente nuestros problemas. Esto nos convierte en terreno fértil para los
servicios con fines de lucro. Es decir, es posible que a partir del 2015 aparezcan
despachos que hagan su gran negocio aprovechándose de la necesidad, la
desesperación y la ignorancia de los trabajadores, a través de los cuales
ofrezcan sus servicios profesionales de orientación, gestoría y defensa. (La
orientación gratuita sería el anzuelo, para después cobrar la gestoría o la
defensa legal). Algo de esto se empieza a apreciar en las redes sociales,
promovido por personajes que han lucrado con el magisterio desde hace tiempo
ofreciendo asesorías en las regiones.
O sea, las
millonarias cuotas sindicales que seguimos pagando no serán usadas para
contratar un despacho profesional que nos defienda jurídicamente de las
afectaciones laborales y sociales, sino que tendríamos que pagarlo con nuestro
ya disminuido salario.
¿Tendremos que
resignarnos a ese escenario o qué opciones tenemos los Trabajadores?
La generación
magisterial actual solo tiene 3 opciones:
PRIMERA: Continuar
ilusamente en el sistema del paternalismo, donde los ingenuos protegidos solo
cuentan con imaginarios protectores y seguir quimeramente en la espera de que
la dirigencia actual reaccionará algún día a favor de los trabajadores,
mientras que las conquistas magisteriales pierden vigencia y van pasando a la
historia.
SEGUNDA: Ser víctima
de lucro por despachos prestadores de servicios, que incluso serían promovidos
desde las filas magisteriales.
TERCERA: Organizarse
y construir su sistema de autodefensa magisterial -con asesoría profesional-
que ocupe el vacío que ha dejado la ineptitud de la actual dirigencia y desde esa organización ganar la dirigencia estatutaria para rescatar al SNTE de las manos que lo
tienen secuestrado y poner todos sus recursos al servicio de los Trabajadores.
Hay quienes piensan
en una cuarta opción que consiste en salirnos del SNTE y construir un nuevo
Sindicato, con lo cual yo no estaría muy de acuerdo por el momento, porque es
más saludable partir del SNTE que tenemos, partir de las pocas fortalezas que
nos quedan que empezar de nada y porque a pesar de la resistencia de ir a una
Revolución profunda de nuestro gremio, mientras el SNTE exista, vive la
esperanza de construir un SNTE mejor y al servicio de los Trabajadores.
¿Y tú con cuál opción
te quedas? ¿Continuarás con la mentalidad enmohecida y en espera de que la
dirigencia reaccione? ¿Estás dispuest@ a hacer algo por ti mism@? O ¿Seguirás
buscando quién haga las cosas por ti? ¡Revoluciónate!
Tus comentarios
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escribiéndome a los correos:gerardocastroruiz@hotmail.com o gerardocastroruiz@gmail.com
si hay que poner acción ya basta ya me canse estoy harto de todas las injusticias, me gustaría tener a un líder que seguí, que nos guiara en ente camino tan incierto.
ResponderEliminarEL LÍDER DEBEMOS SER TODOS Y AL UNÍSONO EXIGIR QUE NOS RESPETEN. PARA QUÉ QUEREMOS UN LÍDER? PARA QUE LO COMPREN? NO SEÑORES TODOS DEBEMOS SER LIDERES DE TODOS SÓLO ASÍ Y SÓLO ASÍ LOGRAREMOS SALIR DE ESTA GRAN MARASMO EN EL QUE HEMOS CAÍDO.
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