miércoles, 3 de febrero de 2016

El privilegio de mandar en el “Caso Kate”




Profr. Gerardo Castro Ruiz.


La justicia no es justicia cuando a capricho o conveniencia se ejerce. Tampoco puede presumirse del Sistema de Justicia Mexicano cuando a los cercanos se les dispensan hechos que a otros los llevan a la cárcel.

Mientras nuestro sistema de justicia funcione de acuerdo a los intereses de quienes tienen el privilegio de mandar, la impunidad seguirá campeando y privilegiando a los cercanos al poder.

Mientras que a Kate del Castillo la “Justicia Mexicana” la trae de la cola por presunta complicidad con Joaquín “El Chapo” Guzmán, el capo más perseguido, la primera dama de la Nación,  Angélica Rivera, fue rescatada y dispensada en el escandaloso caso de la casa con valor de 86 millones de pesos que dijo había comprado con su trabajo en Televisa y con la promoción de spots.

Dos casos similares con trato diferente.

La “Gaviota” como se le conoce en el medio artístico a la Primera Dama, fue defendida por la Presidencia de la República a través de un comunicado en el cual se reconocía que la familia presidencial sí vivía en esa casa que la señora adquirió -extrañamente- con la cuestionadísima Empresa Higa, con la cual el Presidente Peña Nieto había tenido relación en sus tiempos de Gobernador del estado de México, relación que sospechosamente  aún continúa sin rubores y sin el mínimo temor al juicio por evidente conflicto de interés en millonarios contratos.

Más tarde la señora Rivera explicó en un video -cuyo contenido fue altamente criticado y nunca creído- que su acrecentado patrimonio lo adquirió gracias a onerosos contratos con Televisa.

La honorabilidad de la familia presidencial fue salvada por el privilegio de mandar. Enrique Peña Nieto instruyó la creación de la Secretaría de la Función Pública, al frente de la cual nombró al amigo de la familia Virgilio Andrade y le giró instrucciones para que se investigara el escandaloso caso de corrupción de Angélica Rivera y el posible conflicto de interés del mismo Peña Nieto.

Por supuesto que el resultado de la investigación de su amigo Virgilio exculpó a la Pareja Presidencial. Es como si se encargara a Erick del Castillo -padre de Kate- para que investigara a su propia hija. La diferencia es que los “Del Castillo” no tienen el privilegio de mandar.

Tan criminales son quienes con sus actividades envenenan a la sociedad, como los que a través de actividades supuestamente lícitas saquean al erario público. En ese caso entonces… tanto Kate como la Gaviota han tratado con presuntos delincuentes, pero la Justicia Mexicana las ha tratado diferente.

Mientras que la actriz denunció "No tengo por qué dar explicaciones a la prensa. Si no hablo es porque mis abogados así me lo aconsejan, ya que el Gobierno me quiere a fuerza destrozar", la Presidencia de la República defendió a la “Gaviota” en el comunicado de entonces, “Angélica Rivera tiene la solvencia para comprar el inmueble gracias a una carrera profesional que le ha permitido consolidar su patrimonio personal”.

Justicia es, o todos coludos o todos rabones, no hay que ser tan descarados.

Culpable o no, Kate tendrá que enfrentar al peso del poder y defenderse hasta con la uñas, porque el privilegio de mandar en México, no le hará justicia. Por lo pronto pidió un amparo a un juez federal mexicano contra cualquier orden de detención.

Ir a la portada

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Recibe nuestras noticias. Escoge la lista de tu interés: