FALLÓ LA TRANSPARENCIA EN LA SECCIÓN 28 SNTE

Hermosillo, Sonora a 19 de junio del 2014.

Por: Prof. Gerardo Castro Ruiz.

Secretario de Proyecciones Salariales.

Del Comité Ejecutivo de la Secc. 28 del SNTE.

Recientemente se realizó un ejercicio en la Sección 28 del SNTE con la presencia inédita del Comité Nacional de Vigilancia, Transparencia y Rendición de Resultados, sin embargo esta inusual actividad no resultó lo que se esperaba.

Y no es que esté mal la presencia de dicho Comité, al contrario, el ejercicio de revisión del quehacer sindical y sus resultados en las Secciones debe ser habitual.  Es por ello que en principio causó una buena impresión y generó algunas expectativas, pero lamentablemente una vez más quedó la percepción de que lo único que importa es la foto. Siguen confiando en el dicho de que “Una foto dice más que mil palabras”. Eso ya pasó de moda, una foto solo habla de un encuentro entre quienes aparecen en ella, pero no resuelve miles de interrogantes que genera. En el caso que nos ocupa, no dice de qué manera se llevó el proceso ni cuáles fueron sus resultados.

Quizá sea muy pronto para saber sus resultados y quizá los veamos más adelante en el Observatorio  Público de Transparencia e Información (OPTI) pero por lo pronto podemos afirmar que el proceso de revisión no fue el adecuado por lo que no garantiza transparencia en la rendición de los resultados de la actividad sindical que ha realizado la Sección 28.

Durante los días previos a la visita del Comité Nacional de Transparencia se integró el informe que se presentaría, pero no todos fuimos convocados y sucedió lo que a lo largo de 4 años ha sucedido, Fermín Borbón hizo una selección entre la gente de su confianza -los rostros de siempre- para encargarles ese trabajo, usurpando con esto las funciones de muchos que no fuimos requeridos en el cumplimiento de nuestra responsabilidad. Lo que significa, que el informe presentado fue sesgado, incompleto y fuera de la realidad. O sea, contrario a su objetivo, fue demasiado opaco.

Qué lamentable, la Transparencia sigue siendo una simulación en la Sección 28 y lo peor es que esa seguirá siendo la constante bajo la dirección del actual Secretario General, que por cierto, por los tiempos estatutarios ya debió haber entregado los bártulos.

Ante la Transparencia y rendición de resultados es el propio Secretario general quien puso la cortina de humo y la dirigencia nacional de vigilancia confía en los informes que le son entregados. ¿Será exceso de confianza de la dirigencia nacional o cómplice de un simulacro? Porque este proceso de revisión de cuatro años de gestión se llevó a cabo aproximadamente en 2 horas y media. Si lo mismo pasa en todas las Secciones del país, entonces seguramente la opacidad no es exclusiva de la Sección 28.

A mi juicio, debió realizarse una revisión más profunda, con la entrevista a todos los integrantes de este Comité Ejecutivo Seccional y de quienes presiden los diferentes Organismos de la Sección 28. Aunque este trabajo nos lleve varios días, es necesario y vale la pena su resultado.

La transparencia tiene que ir a fondo, una revisión amplia del quehacer sindical en todos sus aspectos, porque ésta actualmente se posicionó como uno de los motores indispensables en el gobierno, en los partidos y en las organizaciones sindicales para ganar credibilidad. Hay que recordar, que recuperar la credibilidad es uno de nuestros más grandes retos.

La Transparencia, lejos de ser una de las fortalezas del SNTE se convirtió en una de sus más grandes debilidades, sin embargo, ya hay un importantísimo avance para atender este aspecto y que seguramente se empezará a resolver al ponerse en marcha el Observatorio Público de Transparencia e Información, el cual se consolidó en el VI Congresos Nacional como Organismo Auxiliar del Consejo General Sindical para el Fortalecimiento de la Educación Pública y cuenta -al menos en letra dice- con funciones muy importantes, que de cumplirlas, en la balanza se estará pasando la Transparencia del lado de las fortalezas.

No permitamos que este Organismo que puede ser un factor que devuelva la confianza y credibilidad en los representados quede como una figura estatutaria más con excelentes intenciones en letra muerta.

Hagamos realidad el espíritu estatutario, porque mientras la letra espíritu sea, seguirá siendo demagogia pura y mera retórica.

Pero si el cambio real no viene de la voluntad de los dirigentes, las bases están obligadas a organizarse e impulsar ese urgente cambio.

Desde mi muy particular postura institucional. Un fuerte abrazo a todos. #yosoylarevoluciondelSNTE.

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