Hermosillo, Sonora a 20 de agosto del 2014.
Por: Prof. Gerardo Castro Ruiz.
Secretario de Proyecciones Salariales.
Del Comité Ejecutivo de la Secc. 28 del SNTE.
Si consideramos
las fortalezas de nuestro SNTE, sus debilidades, los retos y las amenazas podemos encontrar
muchas razones sobre su debilitamiento, pero todo eso tiene su origen en
tres causas fundamentales:
A una cultura
sindical basada en el silencio, la sumisión, prejuicios y tabúes para mantener
el control gremial; al perfil de los
actuales dirigentes y a la ambición desmedida de grupos en el poder que quieren
a la Educación como negocio.
La amenaza -como
estrategia- para mantener sometido y callado al gremio ha alimentado en los
trabajadores los temores del revanchismo político durante décadas, pero
paulatinamente los miedos están siendo superados por la desilusión, la
desesperanza, el agravio y el coraje, lo que ha abierto una brecha entre
dirigentes y representados, la cual cada vez se hace más amplia.
La regla
“Institucional” es callar y obedecer, pero si acaso se habla, debe ser para el
culto a la personalidad, para la alabanza al jefe, para felicitar, ratificar y
hasta agradecer las decisiones cupulares aunque estas vayan en contra de los
derechos de los trabajadores.
Cualquier
desacuerdo es considerado como un intento de división y en contra del SNTE. Si
no piensas como yo, si discutes mis decisiones, si manifiestas cualquier
inconformidad, si no estás conmigo, entonces no eres “Institucional”, eres
disidente.
Todo aquél que
tiene el estigma de disidente, sufre el revanchismo político, el acoso laboral
y la limitación de beneficios que se otorgan bajo el criterio del sometimiento,
como los préstamos del ISSSTE, préstamos de las cajas de ahorros, plazas,
interinatos para familiares, etc.
Ese es el
concepto de la “Institucionalidad” impuesto y practicado por los dirigentes. De
esa forma se ha amenazado al grueso del magisterio, por ello, lejos de ver a
los dirigentes como sus aliados, los ven como sus enemigos y el estado temeroso
en el que se mantiene el colectivo no permite que su gran potencial sea
aprovechado para una óptima evolución de nuestro gremio.
En esa cultura
hemos transitado y es una de las principales causas de esta aguda crisis en la
que nos encontramos.
Pero por otro
lado, igual de nocivo es el perfil de dirigentes que se construyó en una
escuela sindical que fue importante para su tiempo pero que sus prácticas hoy
resultan obsoletas, enardecen cada vez más al gremio y alimentan el
divisionismo.
Una dirigencia
que se ve más cercana al gobierno que de sus bases, que cada vez se va quedando
más sola y sin poder de convocatoria.
Liderazgos de
cristal que no solo están distanciados de imaginarios seguidores, sino
confrontados, y lo que es peor, asfixiados por algunas concesiones patronales,
por lo que su incierta permanencia pende exclusivamente de su estado simbiótico
con el Gobierno.
Eso lo convierte
en un líder frágil y por ello resulta sumamente fácil que una vez que estorbe a
los altos intereses sea desechado por la mano del Patrón y suplido por un
liderazgo sin la legitimación del gremio.
Una Organización
sindical dividida representa un blanco fácil para los voraces intereses
neoliberales. El SNTE no escapó a ello y durante muchos años sus dirigentes y
los docentes hemos sufrido una negra campaña de desprestigio y denostación que
no ha terminado y sigue influyendo importantemente en la clase política y la
sociedad, al grado de realizar una Reforma Educativa que se sustenta en gran
parte en el desempeño de los maestros, que castiga su permanencia y olvida la
mayoría de los factores que influyen en la calidad educativa. Hecho que agudizó
la desilusión, la incredulidad, el coraje y la confrontación en el gremio.
Basado en todo lo anterior y con el propósito de
lograr el SNTE que queremos y nos merecemos en el marco del actual escenario
mundial y nacional, surge el Proyecto de la Revolución Institucional del SNTE cuyos objetivos generales, objetivos particulares, metas y
estrategias fueron dados a conocer con el tema "El
Congreso del Cambio y la Revolución Institucional del SNTE"
Desde mi muy particular postura
institucional. Un fuerte abrazo a todos. #yosoylarevoluciondelSNTE.
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