miércoles, 12 de agosto de 2015

La Trampa de la Evaluación Docente


Artículo en video y en texto


Navojoa, Sonora a 12 de agosto 2015

Por: Profr. Gerardo Castro Ruiz
Comentarista en Radio Tv Revolución por Internet

Para muestra un botón. Lo sucedido con las evaluaciones para la Promoción y para el ingreso, es el mismo trato que recibirán los maestros en los exámenes para la permanencia en la docencia, pero con la gran diferencia, que en este último proceso, se corren más altos riesgos.

Para quienes quieren leer literalmente en la Ley el término “despido”, les digo que no lo dice en ninguno de los casos.

Sin embargo el despido está establecido en un juego de palabras: La Ley General del Servicio Profesional Docente establece en el Art. 53, que en caso de que el personal no alcance un resultado suficiente en la tercera evaluación que se le practique, se darán por terminados los efectos del Nombramiento correspondiente sin responsabilidad para la Autoridad Educativa o el Organismo Descentralizado. Lo que significa que serán despedidos los maestros que hayan ingresado con esta Ley, sin derecho a nada.

Ahora veamos qué sucedería en el caso de los trabajadores que ingresaron antes de la entrada en vigor de la Ley.

Estos se sujetarán a lo dispuesto en el Octavo Transitorio, que expresa que de este personal, “quien  no alcance un resultado suficiente en la tercera evaluación, no será separado de la función pública y será readscrito para continuar en otras tareas dentro de dicho servicio, conforme a lo que determine la Autoridad Educativa o el Organismo Descentralizado correspondiente” (Esto primero da cierta confianza a algunos). Pero el artículo continúa… “o bien, se le ofrecerá incorporarse a los programas de retiro que se autoricen” (Esto segundo le genera a la mayoría una gran incertidumbre). Y es que es aquí donde se encuentra el primer candado. ¡Mucho ojo!

No hay nadie, absolutamente nadie quien pueda garantizarles que sucederá lo primero, es decir, que los van a reincorporar en otra función. Sí esto fuese exclusivo, quizá sí. ¿Quién se puede tragar eso -si por las razones que sean- el estado está en una grave crisis? ¿Quién puede suponer que lo van a cambiar a otra función con el mismo sueldo y que todavía encima van a pagar a un segundo trabajador para suplir su lugar? Si lo que les urge es economizar.

En cambio, los temas que se están abordando en el escenario político actual, dicen que sucederá lo segundo, ofrecerles un programa de retiro, en el que por supuesto, no saldrá ganando el trabajador, sino el estado (Más bien, los intereses que están administrando el Estado). De esta forma se deshacen de un trabajador con sueldo alto o promedio, pero además lo estarían forzando a retirarse antes de que adquiera el derecho a la jubilación y así también se quitarían un peso en lo futuro de una sola pedrada. Esa es la jugada.

Lo explico de manera muy sencilla…

La respuesta está en dos grandes temas actuales, que tienen que ver con la política y la economía del país,  y ambos son inherentes al magisterio.

Por un lado está la aplicación a ultranza de una Reforma Educativa que -más que con la calidad de la educación-  tiene que ver con el negocio empresarial y el control político del magisterio, y por el otro lado está el decadente sistema pensionario a punto de reventar y de sufrir una nueva reforma.

Esta generación de docentes -debe quedar claro- les resulta incómoda por sus orígenes, por sus ideales y porque les es costosa en activo y jubilados. La quieren sustituir por una generación con salarios y prestaciones más bajas, pero además que se costee por sí sola su retiro.

¿Y cómo le harán?

La trampa está en la evaluación para la permanencia.

Se ha informado por el INEE, que en el examen para el ingreso solo el 52% de los evaluados salieron idóneos. La prensa y la sociedad entienden con esto, que el 48% reprobó el examen cuando la realidad es diferente.

A la pésima organización y a todas las deficiencias que se pueden señalar sobre los exámenes, se le suma que el INEE considera aptos para la docencia a quienes obtienen mínimo 100 aciertos de los 120, de tal suerte que a quienes obtuvieron desde 72 hasta 99 aciertos en uno de los exámenes y que porcentualmente están aprobados, los considera no idóneos,  lo que para ellos es lo mismo que reprobados y sin perfil para ejercer la docencia.

Bajo este implacable criterio del INEE, los maestros que se encuentren entre los parámetros del 72 al 99, que podrían ser miles, aun estando en esa banda de aprobación serían reportados como no idóneos (Insuficientes). Lo que quiere decir, que no es suficiente con que apruebes, sino que debes alcanzar el exigente parámetro que establece el INEE.


Éste, es un instrumento para reprobar, descalificar y despedir a los maestros.

Punto Aparte.

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Te comparto las 4 vías de lucha de la CNTE en la siguiente entrevista:



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